Falsos encuestadores abordan a sus víctimas, con el cuento de conocer sus preferencias electorales, recogen información personal y hasta captan las carácterísticas físicas de sus entrevistados.
Aprovechando que se acercan las elecciones municipales y regionales, extorsionadores están adoptando una nueva estrategia para captar a incautas víctimas. Se hacen pasar de falsos encuestadores.
El comandante Daniel Llaury, comisario de El Agustino, advirtió que estas bandas delictivas actúan desde la clandestinidad, y es por medio de encuestas realizadas en la calle, mayoritariamente en los exteriores de centros comerciales, cines, y largas colas; que captan a sus víctimas.
Refirió que los delincuentes, con el cuento de que el entrevistado recibirá regalos, les piden sus datos personales, número celular, y hasta el teléfono de su domicilio.
En el tiempo en que es abordada la persona a ser estafada, el falso encuestador capta sus características físicas, e incluso memoriza las prendas que lleva puesta.
Con estas referencias, extorsionan a los familiares de sus víctimas y los engañan haciéndoles creer que su allegado ha sido secuestrado, detenido o está siendo torturado. Esto a fin de que les depositen una suma de dinero, en su mayoría en el Banco de la Nación.
El efectivo indicó que en 2009 se han desarticulado dos bandas en provincias, que operaban bajo esta modalidad. Precisó que fueron detenidos cuando se disponían a cobrar el dinero producto del ilegal accionar.
El comandante Llaury recomendó que las personas que participan en encuestas realizadas en la calle, solo deben manifestar sus preferencias electorales, más no facilitar datos personales. Agregó que nunca dan regalos por esta cooperación.
Finalmente, detalló que los extorsionadores, operan de la siguiente manera: Una persona estudia a la eventual víctima, otra cobra el dinero, y una tercera hace las llamadas.
El comandante Daniel Llaury, comisario de El Agustino, advirtió que estas bandas delictivas actúan desde la clandestinidad, y es por medio de encuestas realizadas en la calle, mayoritariamente en los exteriores de centros comerciales, cines, y largas colas; que captan a sus víctimas.
Refirió que los delincuentes, con el cuento de que el entrevistado recibirá regalos, les piden sus datos personales, número celular, y hasta el teléfono de su domicilio.
En el tiempo en que es abordada la persona a ser estafada, el falso encuestador capta sus características físicas, e incluso memoriza las prendas que lleva puesta.
Con estas referencias, extorsionan a los familiares de sus víctimas y los engañan haciéndoles creer que su allegado ha sido secuestrado, detenido o está siendo torturado. Esto a fin de que les depositen una suma de dinero, en su mayoría en el Banco de la Nación.
El efectivo indicó que en 2009 se han desarticulado dos bandas en provincias, que operaban bajo esta modalidad. Precisó que fueron detenidos cuando se disponían a cobrar el dinero producto del ilegal accionar.
El comandante Llaury recomendó que las personas que participan en encuestas realizadas en la calle, solo deben manifestar sus preferencias electorales, más no facilitar datos personales. Agregó que nunca dan regalos por esta cooperación.
Finalmente, detalló que los extorsionadores, operan de la siguiente manera: Una persona estudia a la eventual víctima, otra cobra el dinero, y una tercera hace las llamadas.