Durante el I Foro Mujeres de Cambio, especialistas señalaron que la educación sexual y reproductiva es fundamental en nuestro país.
De acuerdo a la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), solo entre el 2016 y 2017, el porcentaje de adolescentes embarazadas incrementó de 12,7 a 13,4%.
Ana Angarita, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) - Bolivia , señaló durante el evento que estas cifras de embarazos son consecuencia de violaciones y una falta de planificación familiar.
En 2016, el 57% de mujeres que comenzaron a usar píldoras anticonceptivas las abandonaron en los primeros doce meses; lo mismo pasó con el 43% de las mujeres que usaron la inyección como método de prevención, señala ENDES. El 2,7% de ellas dejaron los métodos anticonceptivos porque su pareja los desaprobaba.
“Se ha creado un terror absurdo en torno a la educación sobre igualdad de género. Esto hay que desmitificar, hay que educar a los docentes y a los padres”, señaló Miguel Ramos, experto en violencia de género y masculinidades de la Universidad Cayetano Heredia.
Ambos expertos coinciden en que la educación tiene que ser integral para niños, niñas, padres y docentes. La educación sexual con un enfoque de género es una de las soluciones para reducir estas cifras de embarazos adolescentes.
“Necesitamos políticas que tengan en cuenta el poder de decidir de las mujeres”, añadió Angarita.
Según el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), en el 2016, el 70% de los padres de embarazos en menores de 15 años tenían entre 18 y 29 años. De acuerdo al Código Penal, estos casos son considerados embarazos producto de violaciones sexuales.
“Necesitamos evidencia de los costos de no invertir en la prevención de embarazo y prevención de la violencia (...) Muchas de las jóvenes dejan sus estudios y pierden oportunidades de desarrollo. Este es un capital humano que ha sido mal invertido”, concluyó la representante de la UNFPA.
Comparte esta noticia