Las celebraciones que se realizan durante cinco días y terminan 40 días antes de la Semana Santa.










Transcurrían los años 60, cuando-por primera vez-los habitantes del populoso barrio de La Soledad, de la ciudad ancashina de Huaraz, con mucha algarabía salieron a las calles llevando entre sus manos estatuas de piedra, que representaban a las diferentes culturas de esta parte del país.
Era febrero, y las comparsas del sector más antiguo de la capital ancashina, con el rostro pintado y cubierto con antifaces, abarrotaban las calles al ritmo de un melodioso acompañamiento musical, logrando instituir la fiesta que años más tarde se convertiría en un atractivo turístico para el mundo.
Cinco días de celebración con el rey Momo
Con el paso de los años, barrios como El Centenario, Belén, Huarupampa y San Francisco se sumaron a las celebraciones que se realizan durante cinco días y terminan 40 días antes de la Semana Santa.
La fiesta comienza el sábado con la representación del reinado del rey Momo. Él, acompañado de su esposa, sus concubinas y de sus seguidores, todos con máscaras y disfraces, se desplazan por las calles generando una gran expectativa.
El domingo, el rey y su delegación festejan el huachiwalito o palo cilulo. Beben, bailan, ríen y cantan sin parar hasta el día siguiente. Momo celebra tanto que se enferma y aun así sigue con la parranda hasta el martes de guerra, donde no se respeta a nadie y todos se mojan, sin embargo, todo se vuelve sombrío porque ese día fallece y es sepultado, claro simbólicamente, el miércoles.
De acuerdo a la tradición, el ataúd con los restos del rey de los carnavales son arrojados al río Quilcay, en medio del hondo pesar de su esposa, sus concubinas y todos los acompañantes, quienes protagonizan dramáticas escenas de dolor.
Ese mismo día en la tarde los participantes acuden a la misa para recibir en la frente la señal de la cruz. Durante el acto litúrgico piden perdón a Dios por todos los excesos, el jueves de muchaqui-que significa besar los pies del señor-dan por concluida la fiesta de ese año.
La tradición continúa
El presidente del comité de festejos del Carnaval Huaracino 2013, Felipe Moreno Osorio, manifiesta que en la actualidad la fiesta se realiza con las mismas características, solo que ahora son 15 barrios los que concursan y eligen a una reina.
Refiere que después del terremoto del 70, hubo un silencio de tres años más o menos, en que no se celebró los carnavales, hasta que un grupo de jóvenes de los barrios Centenario y La Soledad decidieron retomar los festejos, que le dio alegría a la población después de tan grande desgracia.
El carnaval de mi tierra, mi carnaval huaracino
Este es el título del documental que se presentará este sábado en el teatro municipal de Huaraz para difundir esta festividad a nivel nacional y mundial, con la finalidad de atraer una mayor visita de turistas.
“En el mes de febrero las visitas de los turistas se reduce porque es época de lluvias, pero con la promoción de los carnavales queremos que haya más visitantes porque Huaraz al igual que Cajamarca también tiene su carnaval”, sostiene Osorio.
Por: Yanet Reyes
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