Los escolares preparan sus farolas en forma de símbolos patrios, las siluetas de los próceres del Perú y del libertador don José de San Martín para el gran desfile.
La fiesta por nuestro aniversario patrio se vive en todos los rincones del país. Cada uno de nosotros celebramos a nuestro estilo, pero con el mismo sentimiento, ese que nos hace sentirnos orgullosos de vivir en esta maravillosa tierra.
Con este mismo entusiasmo, los más de dos mil alumnos de las instituciones educativas Coronel Bolognesi y Guillermo Bracale, del distrito de Chiquián, en la provincia ancashina de Bolognesi, se preparan para celebrar el 193 Aniversario de la Independencia del Perú.
Los menores dedican parte de su tiempo a la elaboración de farolas o antorchas que lucirán en el desfile que se realizará el 27 de julio, en vísperas del aniversario patrio.
No se trata de cualquier farola, pues como todos los años en esta fecha se exhibirán los símbolos patrios, las siluetas de los próceres del Perú y la del libertador Don José de San Martín.
Todas las farolas son elaboradas a base de carrizo y caña, material que abunda en las orillas del río Aynín. El toque del color lo pone el papel cometa y el papel celofán con los cuales revisten las figuras.
A esta actividad costumbrista también se sumarán los padres de los escolares y pobladores de Chiquián, quienes contagiados por el fervor patrio también iluminarán las calles, las llenarán de alegría y las bañarán de rojo y blanco.
El desfile se realiza por todo el pueblo durante tres horas y es acompañado de una banda de música y de fuegos artificiales. Así los pobladores de Chiquián esperan el 28 de julio, día en que Don José de San Martín proclamó la independencia del Perú en 1821.
En la mañana, después de la velada, todos se reúnen en la Plaza de Armas, donde se realiza la parada militar y el desfile cívico escolar. Aquí, niños disfrazados recrean esta parte de nuestra historia ante la mirada atenta de las autoridades, de los lugareños y visitantes que se congregan en el lugar.
Y como todo esfuerzo tiene su recompensa, al término de las actividades todos comparten de una deliciosa pachamanca, uno de los platos típicos de Chiquián.
Quizá los habitantes de este pujante pueblo no mienten cuando afirman que solo se necesita un poco de entusiasmo para demostrar con algo tan sencillo como es el amor a la patria y el orgullo de ser peruanos.
¡Viva el Perú!
Por: Yanet Reyes
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