Don Lorenzo descubrió sus dotes artísticas a la edad de siete años. En ese entonces pastoreaba sus animales al ritmo de las melodías que creaba con una chaccha, un instrumento musical de viento.
Tiene 81 años y el alma de un joven enamorado de cada nota musical. Por sus venas fluye la sangre de un artista nato. Aquel que nunca pasó por una escuela, pero tuvo como pasión las melodías folclóricas.
Se trata de don Lorenzo Piscoche Milla, un hombre sencillo, de tierna mirada y de mucha sensibilidad, quien en cada una de sus presentaciones hace disfrutar de la buena música a sus paisanos del distrito de Catac, ubicado en la provincia ancashina de Huaylas.
Don Lorenzo descubrió sus dotes artísticas a la edad de siete años. Por aquellos tiempos pastoreaba sus animales al ritmo de las diferentes melodías que creaba con una chaccha, un instrumento musical de viento.
Pasaron tres años y llegó a dominar hasta diez instrumentos de viento, entre ellos la quena, la flauta, la roncadora y la corneta. Así como el violín y la mandolina.
El arte en las venas
"Parte de lo que se me lo enseñó mi hermano, pero lo demás lo aprendí solo con el oído, escuchando", refiere orgulloso nuestro amigo, a la vez que nos muestra el sonido de sus más grandes compañeros, con los cuales es inevitable intentar un bailecito.
Si bien es cierto, la música no le ha dado grandezas económicas, pero sí muchas satisfacciones como haber conocido a su esposa y amiga, Jacinta Dorotea Ávila Quiñónez, con quien tuvo cinco hijos. A ella la enamoró al ritmo de la roncadora en una de sus presentaciones.
También le ha permitido conocer casi todas las ciudades del Perú y estuvo a punto de hacer una presentación en los Estados Unidos, pero el atentado a las torres gemelas, ocurrido el 11 de setiembre del 2001, truncó su viaje a la tierra del Tío Sam.
Vocación
Don Lorenzo recuerda que a la edad de 15 años junto con cuatro jóvenes de su tierra conformaron un grupo folclórico que era infaltable en la celebración de las fiestas patronales de los distritos y caseríos, donde, según dice, saben apreciar la buena música.
Además, acompañó por más de 35 años al folclorista Pepe Malca, con quien viajó por distintas ciudades del país.
Refiere que en muchas presentaciones no le importaba recibir solo un jornal. “Mi vocación es por amor al arte, el dinero no es una prioridad. Me hace feliz llevar mi música y hacer que muchos la disfruten y la valoren”, sostiene don Lorenzo.
Su sueño de grabar sus canciones en las que hace gala del dominio de 12 instrumentos, no le ha sido ajeno, pues ha grabado varios temas en la ciudad de Lima y ahora realiza sus producciones en Huaraz.
La música de hoy
Don Lorenzo refiere que hoy en día los niños y jóvenes no tienen interés por aprender la música folclórica, incluso algunos la desprecian, prefieren ver cuerpos semidesnudos en imágenes de danza moderna.
Hay una frase bastante famosa que dice: “Primero lo nuestro y después el resto” y vaya que tiene razón, pero muchos nos hacemos de los oídos sordos y gustamos de otros géneros musicales que quizá poco o nada nos ayudan a preservar nuestras costumbres y a valorar los ritmos que son parte de nuestra historia y cultura.
Por Yanet Reyes
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