Los pomabambinos preparan panes en diferentes figuras y dulces de higo y durazno para rendir homenaje a sus seres queridos que partieron de este mundo.
El Día de los Difuntos se celebra en diferentes países. En esta fecha se ponen de manifiesto diferentes costumbres y formas particulares de recodar a aquellas personas que partieron de este mundo y hoy gozan de la gloria de nuestro Señor.
Las provincias ubicadas en la sierra de la región Áncash como Pomabamba, aún mantienen sus arraigadas tradiciones para conmemorar a quienes pasaron a mejor vida. Estas tienen que ver con la elaboración de sus platos favoritos, panes, dulces, bebidas, entre otros detalles que conocerá en los siguientes párrafos.
La preparación del pan y el dulce de higo y de durazno
En Pomabamba, llamada también “La Ciudad de los Cedros”, la población comienza a prepararse para esta fecha con varios días de anticipación, con la compra de harina de trigo y de maíz, para preparar los panes en diferentes formas como animales, muñecas, flores, entre otros objetos que hayan sido del agrado de los fallecidos.
Los pomabambinos acompañan los panes con dulces de higo y de durazno, los cuales colocan sobre una mesa cubierta con impecable mantel blanco en cada una de sus casas, en la noche del uno de noviembre a la espera de la llegada de sus seres queridos que partieron a la otra vida, quienes, aseguran, se deleitan con estos manjares.
El agua bendita
Ese mismo día en la mañana decenas de personas llevan recipientes con agua mezclado con sal para que sean bendecidos por el párroco durante la celebración eucarística, que se realiza en la iglesia matriz San Juan Bautista, denominada kaway misa o misa de los vivos.
Mientras tanto, el Cementerio General de Pomabamba Huampo Cruz se prepara para recibir a las familias de la misma ciudad y de los alrededores en esta fecha tan especial. Sus exteriores son abarrotados por comerciantes de flores y de comida, quienes ofrecen una variedad de platos típicos, como por ejemplo el picante de cuy infaltable hasta en esas ocasiones, acompañado de la chicha de jora.
El acompañamiento de un cantor
Los deudos rinden homenaje a sus difuntos colocando flores con agua bendita y hay quienes contratan los servicios de un cantor, que acompañado de un violín o sin él entona salmos dedicados al perdón de los pecados.
El profesor de música y artes plásticas del instituto pedagógico de Pomabamba y también cantor de la iglesia matriz, Jorge Álvarez Matos, señala que son 20 cantores quienes trabajan ese día en el camposanto.
“Algunos nos piden una canción pequeña y otros, un especial que dura más tiempo en español y en quechua”, refiere el docente, al mencionar que en ese momento los deudos comienzan a recordar con tristeza a sus seres queridos.
El banquete final en memoria de los muertos
Cuenta que luego de visitar el cementerio, las familias pomabambinas regresan a sus casas a comer los panes, dulces y hasta algunos potajes que prepararon para complacer a sus difuntos.
Quizá los que se fueron, o como dicen pasaron a mejor vida, ya no volverán a probar estos manjares, pero, seguramente, se sienten contentos porque, de alguna manera, permanecerán por siempre en el corazón de sus seres queridos.
Por: Yanet Reyes
Lea más noticias de la región Áncash
Comparte esta noticia