Según Susalud, el 80% de personas que sale de su consulta médica lo hace con una receta en la mano. Al llegar a la farmacia, no reciben todos sus medicamentos. ¿Por qué ocurre? RPP Noticias te presenta una radiografía del problema del desabastecimiento de las medicinas en el país.
Eduardo sale de su consulta médica con su receta a la mano, pero cuando llega a la farmacia le informan que, de los tres medicamentos, solo hay uno. Él forma parte del 30% de usuarios que -según un reporte de la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud) de 2016 y consignada en el proyecto de Ley N° 4494-2018/PE que envió el Minsa al Congreso el pasado junio- no recibe sus medicamentos completos de parte de un centro de salud que depende del Ministerio de Salud o de un gobierno regional. Otro 10% no recibe ningún medicamento y solo el 60% sale con su receta completa.
¿Por qué los pacientes que se atienden en los hospitales del Minsa o de los gobiernos regionales no reciben sus medicinas completas?, ¿qué etapa del proceso presenta fallas? RPP Noticias te presenta una radiografía del complejo proceso de compra y distribución de medicinas en el país.
Hay que iniciar dejando en claro que el Perú cuenta con un sistema de salud fragmentado al ser administrado por cinco entidades. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Salud (Minsa) ofrece servicios de salud para el 60% de la población, EsSalud cubre el 30%; y las Fuerzas Armadas (FFAA), la Policía Nacional (PNP), y el sector privado proporcionan servicios sanitarios al 10% restante.
Luego, la salud está descentralizada. Por ejemplo, las postas, centros y hospitales de Loreto no dependen del Ministerio de Salud, sino del Gobierno Regional de Loreto. Así ocurre en todas las regiones de Perú. Solo los centros de salud en Lima dependen del Minsa.
Hacer rodar la maquinaria
La compra y distribución de medicamentos involucra a muchos actores y entidades de todos los niveles del Estado. En este informe nos enfocaremos en las compras corporativas, a cargo del Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares). Este órgano adscrito al Ministerio de Salud es responsable de la compra de gran parte de productos farmacéuticos requeridos en todo el país.
Las compras se realizan con más de un año de planificación. En estos momentos la maquinaria pública está enfocada en el proceso para abastecer de medicamentos para el periodo de agosto 2020-julio 2021.
Las compras corporativas corresponden a medicamentos esenciales. Si bien Cenares conduce el proceso de adquisición hasta la firma de los contratos con los proveedores, la entidad no decide cuánto comprar de cada medicamento.
En este paso juegan un rol clave las Direcciones (Diresas) o Gerencias Regionales (Geresas) de Salud de los Gobiernos Regionales. Estas entidades deben informar la cantidad que necesitan de una lista de 742 medicamentos vigentes en el Petitorio Nacional Único de Medicamentos esenciales para el sector salud.
Para la compra del 2020-2021, se ha determinado 522 productos farmacéuticos destinados para 175 unidades ejecutoras a nivel nacional.
“Cada hospital hace su estimación de sus necesidades. Ellos dicen: ‘necesito tanta cantidad de cada producto’. Eso se consolida y ese requerimiento llega acá para hacer la compra”, explicó Moisés Mendocilla, ejecutivo adjunto del centro de adquisiciones y donaciones de Cenares.
¿Qué ocurre si una Diresa o Geresa no calcula bien sus requerimientos?
“Si las unidades ejecutoras programan mal, quieren más medicamentos y no lo dicen, obviamente van a tener problemas de abastecimiento. O a la inversa, si programan más de lo que necesitan, van a tener problemas”, señaló Mendocilla.
Según Cenares, los procedimientos de adquisición serán convocados en el mes de noviembre de 2019 y serán adjudicados antes de mayo de 2020.
“En abril hemos dicho que programen sus cantidades. A partir de eso, se ha hecho la demanda país. Todo eso se transforma en una resolución ministerial y finalmente eso es lo que se va a comprar. Hemos cerrado la programación, vamos a pasar a la siguiente fase del estudio de mercado”, manifestó.
Mendocilla Risco explicó que en los contratos con los proveedores de los medicamentos a nivel nacional se establece como condición de que sean puestos en los almacenes de los hospitales en Lima y de cada gobierno regional. “En las bases, se establece que el producto X que se va a adjudicado al postor A lo ponga en el almacén de cada gobierno regional o cada unidad ejecutora”, señaló.
¿Cómo llega el medicamento hasta el último rincón del país?
Cuando el medicamento llega a las capitales de las regiones del Perú, el MINSA ya no puede hacer mucho porque, según la Ley de Descentralización, la salud pasa a ser responsabilidad de cada gobierno regional.
RPP Noticias conversó Coco Contreras, director regional de salud del Gobierno Regional de Junín, quien indicó que actualmente ya tienen contratado los ambientes para almacenar los medicamentos, aunque reconoció que todavía tienen pendiente contratar las movilidades para su distribución.
La región Junín tiene 11 redes de salud que a su vez tienen microredes. Cada microred con dos o tres establecimientos de salud a su cargo. En total, en Junín existen 430 establecimientos de salud. Diresa Junín reúne la información de la cantidad de medicamentos a comprar, según lo que le envían sus 11 redes de salud.
De acuerdo con lo que explicó Contreras, la dinámica es la siguiente: las redes de salud llegan con sus pedidos a los almacenes de Diresa. Si no hay pedidos, ellos no envían.
“Es un circuito dinámico. De repente hay demora en el tema de sus requerimientos tanto al momento de emitir la solicitud, como también para recoger sus medicamentos. Eso puede llevar a problemas en el momento de distribuir sus medicamentos”, manifestó.
Contreras reconoció que un medicamento podría quedarse “hasta un año” en un almacén de Diresa hasta que alguna red de salud lo solicite.
Otro problema que señala el director regional es que las programaciones no han sido óptimas, por lo que ha habido casos en que se ha solicitado mayor cantidad de un medicamento, y menor cantidad de otro.
“El trabajo actualmente que hacemos es esquematizar esta forma de compra. Si compramos en demasía tenemos el riesgo de hacerlos vencer, y si compramos en defecto tenemos el riesgo de que va a faltar para abastecer”, dijo.
Operadores logísticos para todo el país
Arturo Granados Mogrovejo, especialista en descentralización y políticas públicas, sostuvo que en el Perú no existen sistemas logísticos diseñados para una adecuada distribución de medicamentos e insumos en todo el país. “Sin operador logístico, sin redes logísticas diseñadas, tenemos procesos muy precarios, donde cada establecimiento manda una camioneta. No tienes una entidad responsable para organizar eso de una manera eficiente en todos los departamentos”, sostuvo.
Granados Mogrovejo señaló que la “pieza que falta diseñar” es un sistema logístico para todo el territorio nacional. “Una red logística de alcance nacional corresponde que sea diseñado por el Ministerio de Salud como ente rector. Eso incluye la participación de los gobiernos regionales, porque ellos conocen la realidad de sus territorios”, manifestó.
El especialista también dijo que uno de los problemas es la alta renovación de funcionarios de Cenares. Al haber alta rotación, puede tener un efecto en el proceso de la compra.
Alta rotación e inestabilidad
En este punto coincide Rubén Espinoza, especialista en Salud Pública y profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, quien señaló que si bien Cenares tiene un promedio de ejecución de su presupuesto del más del 90%, ha habido años de inestabilidad.
“Al haber tanta rotación ha habido retrasos y eso también ha provocado desabastecimiento, pero que se explican no por sí mismo en Cenares, sino por un periodo de mucha inestabilidad en el Ministerio de Salud entre los años 2016, 2017 y 2018”, explicó Espinoza.
Otro ángulo del problema es que los gobiernos regionales no presupuestan dinero para la distribución de medicamentos en su región, como bien lo reconoció el gerente regional de Junín.
“Por ejemplo, el medicamento llega al almacén de Puno, que tiene once redes de salud. ¿Quién los lleva a Sandia o Ayaviri? Nadie, porque no tienen dinero. Nadie ha hecho la previsión de los recursos. Deberían hacerlo, pero no lo están haciendo”, manifestó Espinoza.
El eterno tema de gestión
Para Espinoza Carrillo es clave que el Ministerio de Salud retome su liderazgo como ente rector en salud al tener la potestad de regular y supervisar los procesos en todo el país. En ese sentido, considera que deben encontrar mecanismos de presión para que los funcionarios de los gobiernos regionales cumplan sus metas.
Por ejemplo, con un fondo de estímulo de desempeño. “Se les da ciertos estipendios para alcanzar metas”, dijo.
Siguiendo esa línea, José Ignacio Beteta, presidente de la Asociación de Contribuyentes del Perú, manifestó que los funcionarios “no tienen ningún incentivo para usar bien la plata de los peruanos”.
Además de la falta de incentivos, Beteta indicó que el sistema de salud del Perú está anclada al siglo XX donde no se aprovecha la tecnología. “Los procesos deberían estar digitalizados. La tecnología se encarga de supervisar por dónde va la medicina y te garantiza transparencia para que no se vaya por cualquier lado”, dijo.
Beteta además señaló que las directivas de gestión en salud actualmente son muy rígidas, donde actualmente no es posible “mover” medicinas de una red de salud a otra.
“El órgano que compra en el Minsa (Cenares) no es el mismo órgano que supervisa toda la cadena de distribución hasta que llegue al paciente. Aquí hay un problema en la ley de descentralización: se le dieron facultades en sector salud a los gobiernos regionales, pero no han tenido capacidad para hacer bien las cosas”, dijo.
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