Besique es el balneario más concurrido y popular de la costa ancashina y se encuentra situado en el distrito de Samanco, provincia del Santa.
El calor intenso del verano nos sugiere hacer muchas cosas para refrescarnos y disfrutar de esta temporada del año en la que muchos, por no decir todos, se ven obligados a usar ropa más ligera, a consumir bebidas heladas y productos a base de hielo.
Pero creo que la mejor manera de contrarrestar los sofocantes rayos de nuestro astro rey es visitando las playas que se encuentran a lo largo del litoral peruano, donde sin lugar a dudas se sentirá como pez en el agua.
En la costa ancashina, por ejemplo, hay muchas opciones. Anconcillo, Atahualpa, Besique, Tortugas, Los Chimus, Tuquillo y Puerto Santa son los balnearios que según la Red de Salud Pacífico Sur se encuentran aptas para los bañistas, quienes desde el primer día del verano acuden a darse un rico chapuzón.
De todas ellas, la playa más concurrida y por ende la más popular es Besique, la cual se ubica a la altura del kilómetro 412 de la carretera Panamericana Norte, en el distrito santeño de Samanco.
Llegar hasta allá no es tan difícil, basta con abordar una combi o cúster en el paradero situado en el distrito de Chimbote, que lo trasladará hasta su destino en máximo 30 minutos por S/. 8.00 (ida y vuelta), pero si desea ir más cómodo puede tomar un auto por seis soles más.
Se calcula que de lunes a viernes unas 400 personas se desplazan hasta el balneario para disfrutar de un día de sol y los fines de semana esta cifra se quintuplica, pues no solo se puede disfrutar del mar, sino también de variados potages elaborados a base de pescados y mariscos, que ofrecen los restaurantes instalados en el lugar.
En Besique no solo se confunden el mar y la arena, sino también los sabores y las melodías que amenizan la estadía de los bañistas, que como en ningún otro lugar pueden saborear al aire libre los ricos tallarines con pollo o sin pollo, preparados en casa para mitigar el hambre.
Pero quienes también terminan más que confundidos, son aquellos varones que no dejan de apreciar los diminutos bikinis que lucen las mujeres, algunas con unos kilitos demás y otras portadoras de cuerpos curvilíneos incapaces de pasar inadvertidas ante las miradas del sexo opuesto.
El verano nos da la oportunidad de disfrutar de esa maravilla natural llamada playa y en nuestras manos está conservarlas siempre limpias y libres de contaminación.
Sin embargo, no debemos olvidar que los especialistas recomiendan no exponerse a los rayos del sol entre las once de la mañana y tres de la tarde porque podría provocar infecciones a la piel.
La combinación sol, mar y arena es perfecta para un día caluroso, entonces ¡Vamos a la Playa!.
Por: Yanet Reyes
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