El actuar de los bomberos se ve entorpecido por el mal estado de sus equipos y maquinaria, la falta de agua y la inoperatividad de los grifos contra incendios.
La voluntad no es suficiente. Los bomberos de Arequipa necesitan más que eso. Dos recientes incendios en la Ciudad Blanca pusieron en evidencia las carencias y obstáculos de este grupo de rescate, que a veces imposibilitan una pronta respuesta en una situación de emergencia.
El primero de los siniestros ocurrió el domingo pasado. Este consumió una tienda de implementos deportivos en la avenida La Paz. El otro se suscitó al día siguiente, devoró tres locales comerciales y un departamento en la calle Santo Domingo, en pleno centro de la ciudad.
En ambos casos el actuar de los hombres de rojo se vio entorpecido por el mal estado de sus equipos y maquinaria, la falta de agua y la inoperatividad de los grifos contra incendios.
Gustavo Carrasco Valdivia, vicecomandante del Cuerpo General de Bomberos de Arequipa, reconoció el estado crítico de la maquinaria, las herramientas y el equipo de protección de su personal.
Ocurre que sus vehículos tienen más de 40 años de antigüedad. Además, de seis máquinas, solo cuatro están operativas. Sus uniformes, cascos y botas están avejentados y con suerte protegen sus cuerpos de las llamas. Sus mangueras parecen coladeras y poco ayudan en la emergencia.
A ello se suman factores externos como la inoperancia de los hidrantes y poca presión del agua. “Hemos encontrado hidrantes tapados con piedras, basura, botellas y hasta cubiertos. No podemos conectar nuestros equipos, de más de 40 años de uso, porque se malograrían las centrífugas”, afirma Carrasco Valdivia.
Pero no es el único problema con los grifos. “Hemos encontrado válvulas selladas por asfalto o grifos enterrados en cemento, producto de obras ejecutadas por municipios. Nuestro protocolo dice que un solo hombre debe abrir la llave del hidrante en un minuto, pero tenemos que enviar una cuadrilla de cinco hombres que tardan media hora por estos inconvenientes”, dice.
Si bien los bomberos hacen todo lo posible para afrontar con voluntad y coraje una emergencia en la que están en juego vidas humanas, estas deficiencias no los ayudan, por el contrario entorpecen su actuar.
Es necesario que las autoridades y la población presten atención a estas necesidades porque de ellos, y de su trabajo eficaz, depende la vida de muchos arequipeños, sobre todo en épocas festivas como las que se avecinan: Navidad y Año Nuevo, en las que Arequipa se torna más vulnerable.
Es necesario mencionar que los bomberos de Arequipa no solo atienden incendios, este rubro solo ocupa un 20% de sus labores. También atienden emergencias médicas (40%), accidentes vehiculares (30%), y fugas de gas (10%).
Por: Kelly Castillo
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