Los diablicos que danzan ancestralmente en el pueblo y que han sido considerados patrimonio cultural del Perú, reciben a los turistas nacionales y extranjeros.
Como celosos guardianes de su patrimonio cultural, una cuadrilla de diablicos del distrito de Tucume resguarda cuidadosamente el imponente museo inaugurado por las autoridades culturales y que guarda dentro de su legado, el bastión de la última cultura de Lambayeque.
Los diablicos que danzan ancestralmente en el pueblo y que han sido considerados patrimonio cultural del Perú, reciben a los turistas nacionales y extranjeros que llegan de todas partes del país, para apreciar piezas textiles, de metal y el ajuar funeraria del último gobernante inca, nunca antes visto.
“Este museo es el esfuerzo de un grupo humano muy comprometido con la cultura y el desarrollo de esta comunidad, estamos a la altura de los grandes museos del Perú”, indicó el directora Bernarda Delgado.
En su primer día de apertura a los turistas nacionales y extranjeros, las tres salas acogieron a miles de visitantes que quedaron maravillados con la brillante exposición etno cultural de Túcume.
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