El director regional de la zona norte del Inpe, Jorge Torres Santoyo, informó que son 1 222 reclusos en los talleres de panadería, sastrería, carpintería y otros.
Estar privados de su libertad no ha sido impedimento para que cientos de internos del Penal de Picsi, en la provincia de Chiclayo (Lambayeque), confeccionen una variedad de productos que se extienden desde un portamonedas hasta hornos parrilleros.
El director regional de la zona norte del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Jorge Torres Santoyo, informó que son 1 222 reclusos entre hombres y mujeres, que participan a diario, en los talleres de panadería, sastrería, carpintería y carpintería Metálica que funcionan en el recinto carcelario.
Explicó que de esta forma se busca un cambio de actitud de quienes purgan condena desde un año hasta cadena perpetua por diversos delitos. “Tratamos de otorgarles un espacio y así emprendemos junto con ellos una etapa de resocialización que incluye una constante asistencia espiritual”, dijo Torres Santoyo.
La habilidad y destreza de los internos los ha conllevado a elaborar sandalias, canastas de junco, sombreros, peluches, prendas de vestir, puertas, camas de madera, ventanas de fierro, portafotos, alcancillas, hornos parrilleros y una innumerable variedad de objetos, que son comercializados al exterior, a través de sus familiares, siendo muchos de los casos por pedidos, y a la vez en las diversas ferias artesanales que promueve el Inpe.
Es así como depositan su tiempo por largas horas, olvidando el lugar donde se encuentran y con la esperanza siempre de poder lograr algún beneficio penitenciario.
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