La Embajada de Chile realiza los trámites para el retorno de Viera Rivera a su país de origen.
La ciudadana chilena Viera Rivera, presuntamente secuestrada por su esposo durante cuatro años en Chiclayo, fue trasladada esta noche a Lima, donde permanecerá en un refugio temporal hasta que la Embajada chilena culmine con los trámites para retornarla a su país de origen, según dio a conocer la fiscal Karen Padilla, quien tiene a cargo la investigación del caso.
En vísperas, la fiscal detalló que solo faltaba la autorización del médico tratante para que Viera Rivera pudiese ser trasladada a la capital, toda vez que se encontraba aún débil, pues cuando fue rescatada tenía la hemoglobina baja a causa del aborto espontáneo que había sufrido hace algunos días.
Como se recuerda, la Fiscalía intervino en el caso tras la denuncia de una vecina, quien vio a Rivera salir cargada envuelta en una sábana de la vivienda donde vivía con su esposo Giorgio Armas y sus suegros. Ante ello, un equipo fiscal se constituyó en la vivienda de la agraviada; sin embargo, hubo la negativa de los integrantes de la misma por abrir la puerta, por lo que se solicitó al juez de turno el allanamiento y descerraje de la misma.
La fiscal apuntó que -según las declaraciones de Viera Rivera- ella estuvo secuestrada desde diciembre del 2018 en la vivienda de sus suegros, donde habría sido víctima de maltrato físico y psicológico por parte de su esposo y el padre de este, Julio Armas, contra quienes el Ministerio Público dispuso el inicio de una investigación preliminar.
¿Qué dice el esposo?
Giorgio Armas Gabrielli, esposo de la ciudadana chilena, negó las acusaciones y dijo que se trata de una denuncia sobre hechos falsos.
“Es una denuncia falsa de una vecina. Denunció falsamente que mi esposa estaba secuestrada. Ella salía a la calle, tengo fotos y videos. Nos íbamos a la playa. Habíamos perdido un bebé, por eso estaba bajo de hemoglobina. La Fiscalía no tiene pruebas. Es el poder de una denuncia falsa. Niego todo. El médico legista ya la vio y descarta agresiones”, mencionó.
Denunció que las motivaciones de la vecina tienen que ver con una rencilla personal. La madre de Giorgio también declaró y dijo que la mujer estaba baja de peso, porque recién había perdido a su bebé.
¿Qué dijeron los vecinos?
Una vecina de la urbanización San Eduardo contó que todos los días escuchaba gritos en la vivienda donde vivía la ciudadana chilena.
“Todo el tiempo que han vivido acá, yo nunca la he visto a la niña salir. Si es que salía, la veía en brazos del abuelo. A la señora no la he visto. Sabía de su existencia, porque cuando llegaron a Perú sí los he visto, pero no la he visto salir. Se escuchaba gritos de parte del abuelo y la niña lloraba mucho”, contó.
Narro también que el día que la ciudadana chilena fue rescatada, se escuchó el llanto de la niña y muchos gritos de los familiares.
“Incluso el mismo día que vino la Fiscalía hubo gritos en la mañana. Se escuchaba la voz de Viera que la calmaba. No se le entendía lo que decía otra persona que gritaba muy feo. Eran insultos. Yo vivo en este barrio 30 años, pero nunca vi a la pareja que salga juntos”, detalló la vecina Alina.
Los vecinos indicaron que hicieron colectas para llevarle ropa y medicamentos a la mujer, porque conocían de su situación y conocían de mensajes de ayuda que enviaba la víctima.
“Como vecinos de Las Casuarinas, estamos indignados con esta situación. Todos hemos presenciado un grito, una lisura. La vivienda siempre estaba con rejas. Nosotros tenemos un 'whatsapp' donde enviaba mensajes de ayuda a los otros vecinos”, agregó.
Medios de comunicación de Chile llegaron hasta la urbanización San Eduardo para recoger testimonios de los vecinos.
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