El presidente Sagasti anunció hoy la firma de un acuerdo para la adquisición de 38 millones de vacunas de Sinopharm.
La vacuna china producida por Sinopharm con el Instituto de Productos Biológicos de Pekín es la primera con la que el Gobierno ha anunciado un acuerdo de compra. Ante el riesgo de una segunda ola y el aumento de la ocupación de camas UCI, el presidente Francisco Sagasti anunció hoy la firma de un acuerdo para la adquisición de 38 millones de vacunas de Sinopharm, cuyo primer lote de un millón de dosis llegará este mes de enero. Además se tiene un acuerdo con Astrazeneca, cuyos primeros lotes se tiene previsto que lleguen en setiembre.
Lo que sabemos de la vacuna de Sinopharm es que tiene una eficacia del 79%. La farmacéutica ha sido la primera en China en comunicar sus datos sobre su eficacia. "El efecto protector de la vacuna contra el covid-19 es del 79,34%", indicó Instituto de Productos Biológicos de Pekín, una filial de Sinopharm.
Esta cifra es inferior a las de las vacunas de los laboratorios Pfizer/BioNTech (95%) y Moderna (94,1%). El británico Astrazeneca, asociado a la Universidad de Oxford, afirmó por su parte que su vacuna tiene una eficacia del 70%.
La vacuna de Sinopharm es de las que se denomina "inactivada", es decir que utiliza un método muy clásico que recurre a un virus "muerto" para desencadenar una reacción inmunitaria en la persona. Se requiere de dos dosis que se aplica de manera intramuscular en el brazo de cada persona con un mes de diferencia.
Desde setiembre, el Perú ha sido parte de los ensayos clínicos de la vacuna china. 12 mil peruanos fueron voluntarios en los ensayos y se les dividió en tres grupos: unos recibieron la cepa de Wuhan, otros la de Pekín y a los restantes se les inyectó un placebo.
El 30 de diciembre del 2020 la Administración Nacional de Productos Médicos de China “aprobó la solicitud de inscripción de la vacuna inactivada de Sinopharm (...) de forma condicional", anunció en conferencia de prensa un alto responsable de este organismo, Chen Shifei, quien precisó que el laboratorio debería proseguir ensayos clínicos.
Según las autoridades chinas, este tipo de comercialización condicional permite ofrecer la vacuna al público cuando los análisis de los ensayos clínicos aún no están terminados, pero indican que el producto es eficaz.
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