Así, dirigentes de la comunidad de Camaná aseguraron que el deceso de los 7 niños no fue por la rabia humana. Sin embargo, admitieron no tener un estudio técnico que respalde su versión.
La muerte de siete niños en la Comunidad Machiguenga de Camaná, en el distrito de Echarate, provincia de La Convención, en Cusco, fue como consecuencia del derrame de gas ocurrido el 12 de marzo en el KP 56 del gaseoducto de Camisea.
Así lo denunció el jefe de la comunidad nativa, Augusto Mavite, quien de este modo rechazó el informe efectuado por la Dirección Regional de Salud que estableció que las muertes de los pequeños se debieron a mordeduras de murciélagos.
En diálogo con RPP Noticias, Mavite advirtió además que de los 106 enfermos registrados en dicha localidad 50 se encuentran graves, y de ellos dos están hospitalizados en el nosocomio de Quillabamba.
Mavite reconoció, sin embargo, que no cuenta con un informe técnico de salud que avale su acusación, denuncia que -dijo- presentará en las próximas horas ante las autoridades correspondientes.
No obstante, informó que él mismo comprobó que las aguas se encuentran contaminadas por el gas.
"La gente que se baña en el río a los pocos días presenta cuadros de vómitos y fiebre. Yo mismo estuve enfermo luego de haber entrado al río" subrayó.
Denunció también que las autoridades de salud solo han llevado víveres a la zona, y que hace falta medicinas para atender a los enfermos.
A su turno, el exdirigente de la comunidad de Cumaru, Roger Rivas Curinte, manifestó que la empresa Transportadora de Gas del Perú les pidió no realizar actividades de pesca en el citado río, y que ello evidenciaría que sus aguas fueron contaminadas.
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