Irene Santillán de la Asociación de Panaderos dijo que esta representación rinde homenaje a la Policía Nacional y revalora a un animal que fue sacrificado tras un acto de violencia.
La elaboración de un pan en forma de yegua llamada “Lamar”, con el fin de valorar al animal herido y sacrificado tras los enfrentamientos de la policía con un grupo de vándalos en La Parada, Lima, causó sensación durante el IX Festival de las T’anta Wawas realizado en la plaza Túpac Amaru, en el Cusco.
Se trata de un bizcocho que mide 1 metro de largo por 50 centímetros de ancho y fue preparado por Irene Santillán Guillén y su hijo Percy Hurtado, el 31 de octubre, en medio del fragor de un horno artesanal, ubicado en el barrio de Tica Tica, en el cercado del Cusco.
“El pan elaborado en forma de yegua es de color oscuro por el chocolate que utilizamos al preparar la masa con el fin de darle más realismo porque este caballo era de color café; tiene relleno de chocolate y maní . Las grajeas las colocamos en la superficie con el nombre de Lamar”, nos comenta Irene Santillán.
El amasado del pan especial duró alrededor de 6 horas. Para darle forma no bastó la destreza manual de ambos panaderos, que tienen más de 20 años, en este rubro, sino la creatividad y el ingenio, pues el equino al momento de ser confeccionado no solo tenía una careta con pelaje, sino un jinete, con rostro de policía.
“El pan en forma de yegua aparte de ser un personaje simbólico que nace tras los enfrentamientos en La Parada, para nosotros, es también una forma particular de rendir nuestro homenaje a la Policía Nacional del Perú, cuyos miembros, como en este caso, muchas veces exponen su vida en los enfrentamientos sociales en el país”, indica Irene.
Comenta que la yegua tuvo que ser sacrificada porque tenía una pata rota y representa al animal indefenso que sufre. "Esta yegua no tenía la culpa solo acompañaba en su actividad a la policía y fue golpeada salvajemente", remarca.
"Esperamos que este hecho lleve a la poblacion a una reflexión, para que pueda tratar mejor a sus animales, no solo a los caballos, sino a los perros y gatos, muchos de los cuales son abandonados, y maltrados en las calles y en las viviendas", agrega.
Pan inspirado en Nadine Heredia
Más adelante Irene Santillán señala: “este año, también hicimos el pan Wawa Nadine II, de 1.10 metros de longitud por 50 centímetros de ancho, en homenaje a la mujer trabajadora del Perú. Creemos que la Primera Dama de la Nación, desde mi punto de vista de madre y esposa, se identifica con la mujer que trabaja junto a su esposo por el país”.
Ella cuenta que la Asociación de Panificadores del Cusco, está conformada por alrededor de 150, pero 70 son tradicionales, es decir elaboran el pan en hornos artesanales y las pequeñas microempresas son familiares. "Aquí trabaja toda la familia, la esposa, el esposo, los hijos y dos a tres personas que se contratan para poder darle sostenibilidad al negocio, y por eso elegí este año a este personaje por segunda vez”, añade.
“El año pasado hicimos una muñeca con el mismo nombre, Nadine I, es cierto que la máscara no tiene su rostro, al igual que este año, pero representa a la mujer andina. El año pasado, la muñeca que también tenía 1 metro con 10 centímetros tenía a su hijo, con el rostro de un soldadito, por ser hijo del presidente Ollanta Humala”, refiere.
Asimismo, Irene Santillán nos explica que los panaderos, a pesar del constante incremento de los insumos para preparar el pan, no pueden subir este producto de 0.20 a 0.25 céntimos, pues es un alimento popular.
"Si se incrementa el precio, los más afectados son los más pobres, quienes muchas veces, viven en base a café y pan. Para nosotros es difícil vivir así, pero nuestra labor tiene también un fin social y esperamos que nuestras autoridades apoyen a los panaderos en todo el país", manifiesta.
Cabe señalar que en el Noveno Festival de T’anta Wawas, 20 panaderos elaboraron este año el Pan Wawa más grande del Perú, con 22 metros de longitud por 8 metros de ancho, en la Plaza Túpac Amaru del distrito de Wanchaq.
Para su preparación se necesitó de 16 sacos de harina, seis sacos de azúcar, mantequilla, huevos, levadura, manjarblanco, gragéas, esencias, entre otros ingredientes. Los padrinos fueron el alcalde de Wanchaq, Clodomiro Caparó de San Sebastián, Julián Inca Roca y sus respectivas esposas.
Al final el gigante pan Wawa fue devorado por los concurrentes en el mismo día de su nacimiento.
Por: Adelayda Letona
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