En entrevista con RPP Noticias, Eduardo Vega indicó que actuaron muy lento y que la policía debido pedir los recursos para brindarles seguridad.
En diálogo con RPP Noticias, Eduardo Vega, defensor del Pueblo, se pronunció sobre el asesinato de cuatro dirigentes asháninkas, pertenecientes a la comunidad nativa de Alto Tamaya-Saweto, ubicada en la frontera con el Brasil.
En la entrevista, reconoció que la muerte de estas personas, entre ellos la del jefe de la comunidad y fundador de Aconamac, Edwin Chota, pudo evitarse.
“Actuamos muy lentamente. Después de la reunión de julio hubo una serie de acuerdos como ver el tema de la protección policial (…) La policía debió actuar y pedir los recursos, por lo que ahora se ha solicitado que se instale en esta zona una estación policial”, acotó.
El defensor del Pueblo adelantó que ya se ha solicitado al Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (OSINFOR) el informe sobre la tala ilegal que se desarrolla en la zona y que fue denunciado por los dirigentes asesinados.
Detalló que los hombres muertos no solo venían reclamando por la tala ilegal, sino por la titulación de sus tierras.
“En el país necesitamos atender la titulación de los pueblos indígenas, atender las necesidades de esta comunidad y de estas cuatro familias q han quedado desamparadas”, finalizó.
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