Algunos ciudadanos con habilidades especiales vivieron una odisea durante las elecciones, afirmó Mario Ruíz representante de personas con discapacidad de Cusco.
Domingo cinco de abril del 2011, 12 mil electores con discapacidad, en todo el país, comenzaron la odisea de acudir a las urnas y hacer valer su derecho de elegir libremente a sus representantes, en este caso, al Presidente de la República.
Hay normas legales que "garantizan" el derecho de las personas con discapacidad, sin embargo la realidad es diferente.
Derechos vulnerados
Días antes de las elecciones la ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Virginia Borra, aseguró que el personal de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) iba a otorgar facilidades para aquellas personas con algún tipo de discapacidad que asistirían a sufragar.
En un recorrido por diferentes colegios del país, el reclamo fue unánime: en Nuevo Chimbote (Áncash) un hombre tuvo que cargar a su esposa hasta la cámara secreta. En Cajamarca una mujer en silla de ruedas no encontró una rampa para descender su silla de ruedas por lo que tuvo que ser apoyada –no por personal de la ONPE- sino por algunos electores que afortunadamente se encontraban en el lugar.
Asimismo en Puno, una persona con evidente dificultad para caminar tuvo que recorrer 100 metros hasta llegar a su mesa de votación, con la ayuda de dos agentes de la policía.
El caso más preocupante, ocurrió en la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco donde un adulto mayor con una pierna mutilada tuvo que subir hasta el tercer piso para poder sufragar.
Ejemplo de civismo
A pesar que no están obligados a votar, algunos adultos mayores de 70 años decidieron cumplir con su deber cívico.
Causó admiración el caso de Manuel Tejada Portugal de 104 años de edad, quien emitió su voto en la mesa N° 207128 instalada en la institución educativa Inmaculada Concepción del distrito de José Luis Bustamante y Rivero (Arequipa).
Otro caso similar se dio en la provincia de Chupaca (Junín), donde Hildebrando Aliaga Lazo de 84 años de edad, también acudió a sufragar.
En ambos casos, la ONPE debió facilitarles sillas de rueda para su traslado en el local de votación pero, eso no ocurrió.
Acciones a imitar
De otro lado, en la provincia Coronel Portillo (Ucayali) la ODPE brindó todas las facilidades a las personas con discapacidad física o mental.
En el centro educativo Horacio Zeballos Gámez, el personal de la ODPE – días previos a las elecciones- realizó una simulación de las elecciones para los discapacitados. Además puso a disposición de los electores con dificultad para caminar y adultos mayores, algunas sillas de rueda.
Asimismo, en la Institución Educativa Nuestra Señora de la Paz de la región Lambayeque, estuvieron disponibles tablillas en escritura Braille.
Derechos de los discapacitados
Pese a las recomendaciones de la Defensoría del Pueblo que exhortó colocar señalizaciones adecuadas en las zonas de atención preferente para personas con discapacidad, mujeres embarazadas y adultos mayores que acudan a sufragar.
El presidente de la Federación de Personas con Discapacidad del Cusco, Mario Ruiz de Castilla, afirmó que los ciudadanos con habilidades especiales no fueron atendidos adecuadamente.
Ruiz de Castilla, también llamó la atención a la Coordinadora Nacional de Personas con Discapacidad (CONADIS) por estar “ausente” en estos comicios.
“Esta situación debe superarse en lo futuro, no podemos esperar comicios electorales para darnos cuenta de las dificultades que pasamos para hacer respetar nuestros derechos” refirió.
Electores con discapacidad en cifras
De las 12 mil personas con discapacidad registradas en los padrones de la ONPE, 5 mil 548 ciudadanos corresponden a Lima; después se encuentra Arequipa con 959 electores, le sigue la Provincia Constitucional del Callao con 892 ciudadanos, Piura con 675 y La Libertad con 452 personas.
*Otra de las consideraciones a tener en cuenta es el derecho de las personas con síndrome de Down y personas invidentes.
Lea más noticias del Perú en la sección Nacional
Comparte esta noticia