Investigador José Llorens dijo a RPP.com.pe, que el término Ekeko, divinidad andina, que representa la fertilidad y abundancia tiene sus raíces en la cultura Inca.
La figura del "Ekeko" debe ser compartida entre Perú y Bolivia y ninguno de los dos países debe reclamar derechos independientes sobre la divinidad andina que representa la fecundidad y abundancia, señaló el antropólogo José Antonio Llorens.
En diálogo con Rpp.com.pe, el estudioso manifestó que la posición oficial del Gobierno de Bolivia es completamente errada, toda vez que el término "Ekeko" se da en el Perú al dios "Tunupa" (AymaraÂÂPreincaico), durante la época Incaica.
"La palabra "Ekeko" es el nombre que en el Perú se le da al dios "Tunupa", un dios preincaico. Tunupa se llamaba en Bolivia. El nombre "Ekeko" es un nombre quechua que después se adapta al aymara", comentó.
Llorens hizo referencia a la reconocida etnohistoriadora María Rostworoswki, quien señala, además, que el "área de máxima influencia alcanzada por el culto a Tunupa fue en el Altiplano y las zonas actuales de Camaná (Arequipa), Moquegua, Arica y Tarapacá".
En ese sentido, el antropólogo explicó que el Tunupa no es un dios boliviano sino Aymara y el término Ekeko, Incaico.
De otro lado, detalló que no sólo históricamente Bolivia se equivoca, sino políticamente, debido a que se pretende que una entidad creada después de la colonia se proyecte hacia atrás.
"Las fronteras políticas post coloniales son artificiales en términos de la población como en muchos lugares del tercer mundo. El Altiplano es toda una zona cultural que artificialmente se divide después de la Colonia al crearse los países. Hay Aymaras a ambos lados", comentó.
El ministro de Culturas de Bolivia, Pablo Groux, señaló que según las investigaciones realizadas, la figura del "Ekeko" apareció durante un cerco indígena a La Paz en 1781, además de otras que hablan de sus antecedentes en la cultura precolombina tihuanacota.
Finalmente, Llorens sostuvo que el reclamo boliviano se debe a un asunto político como fue el de la Diablada
En diálogo con Rpp.com.pe, el estudioso manifestó que la posición oficial del Gobierno de Bolivia es completamente errada, toda vez que el término "Ekeko" se da en el Perú al dios "Tunupa" (AymaraÂÂPreincaico), durante la época Incaica.
"La palabra "Ekeko" es el nombre que en el Perú se le da al dios "Tunupa", un dios preincaico. Tunupa se llamaba en Bolivia. El nombre "Ekeko" es un nombre quechua que después se adapta al aymara", comentó.
Llorens hizo referencia a la reconocida etnohistoriadora María Rostworoswki, quien señala, además, que el "área de máxima influencia alcanzada por el culto a Tunupa fue en el Altiplano y las zonas actuales de Camaná (Arequipa), Moquegua, Arica y Tarapacá".
En ese sentido, el antropólogo explicó que el Tunupa no es un dios boliviano sino Aymara y el término Ekeko, Incaico.
De otro lado, detalló que no sólo históricamente Bolivia se equivoca, sino políticamente, debido a que se pretende que una entidad creada después de la colonia se proyecte hacia atrás.
"Las fronteras políticas post coloniales son artificiales en términos de la población como en muchos lugares del tercer mundo. El Altiplano es toda una zona cultural que artificialmente se divide después de la Colonia al crearse los países. Hay Aymaras a ambos lados", comentó.
El ministro de Culturas de Bolivia, Pablo Groux, señaló que según las investigaciones realizadas, la figura del "Ekeko" apareció durante un cerco indígena a La Paz en 1781, además de otras que hablan de sus antecedentes en la cultura precolombina tihuanacota.
Finalmente, Llorens sostuvo que el reclamo boliviano se debe a un asunto político como fue el de la Diablada
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