En el 2011 se desenterraron 23 tumbas en el sector Santa Rosa del distrito chiclayano de Pucalá.
Está demostrado que el territorio de la actual región Lambayeque tiene un sinnúmero de lugares que están a la espera de que se realicen labores de excavaciones arqueológicas para dejar ver los tesoros que albergan.
En el sector Huaca Santa Rosa, en el distrito chiclayano de Pucalá, los arqueólogos desenterraron en el 2011, un total de 23 tumbas que son parte de un centro ceremonial de más de 3,500 años de antigüedad. Se sospecha que el monumento cumplió una importante función en el valle, pues se observa secuencia cultural de pueblos que datan desde los Mochica, Lambayeque, Chimú hasta el periodo Inca.
Entre los rellenos arquitectónicos de los años 200 al 500 d.C., se identificó fragmentería de cerámica Cupisnique y Salinar, así como restos de antiguas construcciones del Período Formativo, cuyos adobes cilíndricos son característicos.
Este año, los arqueólogos del Museo Tumbas Reales de Sipán dirigidos por Edgar Bracamonte Lévano y asesorados por el doctor Walter Alva, culminaron los trabajos de análisis en gabinete de una construcción de adobe decorada con pintura de diferentes colores y enigmáticos grafitis.
Los restos de esta construcción de abobe fueron descubiertos en el 2011, año en que se selló para su posterior investigación.
Con paciente labor, los trabajo de análisis y develación de los componentes iconográficos revelan el alto grado artístico de quienes lo construyeron, pues usaron el dibujo, el grafitis y la pintura para expresar sus ideas mágico religiosas en las paredes del templo Mochica.
El templo tiene forma de una C y mide 20 metros de largo por cuatro de ancho. Además, está sobre una plataforma con rampa para acceder al área donde estaba una hornacina que usaban para colorar a sus ídolos u ofrendas. Todas sus paredes estuvieron pintadas de colores amarillo, rojo, negro y blanco alternadas en los diferentes paramentos.
Raíces Wari
Los arqueólogos han identificado unos 30 dibujos grabados directamente en las paredes y restos de pintura mural. Los grafitis representan sacerdotes portando copas, jefes militares, prisioneros atados con sogas, diseños de felinos, personajes parados sobre muros con almenas, rostros humanos y algunos diseños abstractos.
Walter Alva indica que los grafitis, si bien tienen elementos culturales de los Mochicas, la arquitectura corresponde a un patrón de la época de expansión Wari (Horizonte Medio), lo que permitiría reiniciar el debate de las relaciones Mochica, Wari y Cajamarca, pues en Santa Rosa de han descubierto muchos objetos y contextos de estas culturas, en especial Wari.
Por: Juan César Cabrejos Becerra
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