Se encuentra en la pileta de la Plaza de Armas, como mudo testigo de los acontecimientos que sucedieron en la Ciudad Blanca.
En el centro de la Plaza de Armas de la ciudad de Arequipa, rodeada de los portales construidos a base de sillar, encontramos su pileta donde se erige el Tuturutu, una estatua de bronce que posee una corneta en la mano.
Hay varias interpretaciones sobre la representación del Tuturutu, para unos representa un soldado del siglo XVI, para otros un ángel y la más aceptada un pregonero que en épocas coloniales daba a conocer las resoluciones y ordenes reales.
“La corneta que posee es relacionada para realizar llamados, por ello se identifica con el sonido Tuturutu, antiguamente llamado como pregonero que anunciaba las ordenes reales”, indicó el historiador Romel Arce.
De acuerdo a la historia, el Tuturutu fue donado en el siglo XVII por el obispo de Arequipa Juan Cavero de Toledo, por ello se cree que se trataría de un ángel por el contexto religioso de la persona quien lo regaló.
El historiador Romel Arce cuenta que en la gestión del alcalde Octavio Muñoz Najar se propuso cambiar la pileta de la Plaza de Armas y con ella el Tuturutu, pedido que no prospero por oposición de la población y de los propios regidores.
Después de muchos siglos, Arequipa sigue conservando su estatuilla de bronce y su pileta que es bañada por las aguas de donde beben las cientos de palomas que forman parte del atractivo turístico de la Ciudad Blanca.
Podemos apreciar que la pileta es rodeada por gruesas cadenas que fueron donadas por la Marina del Guerra del Perú y el Tuturutu es mudo testigo de los acontecimientos de una ciudad considera el León del Sur.
Por: Janet Vizcardo Mendoza
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