Así lo sostuvo el ministro del Ambiente, Antonio Brack quien defendió el operativo iniciado en febrero contra la minería ilegal en Madre de Dios tras recordar que ya se han destruido 32.000 hectáreas en la amazonía.
El Gobierno peruano no descansará en su lucha contra la minería ilegal del oro en la selva, una mafia que, según señaló hoy el ministro del Ambiente, Antonio Brack, vende "oro de sangre y mercurio", por el daño ambiental y social que genera.
En una reunión con la prensa extranjera en Lima, el ministro defendió el operativo iniciado en febrero contra la minería ilegal en la región amazónica de Madre de Dios (sureste del país) y que generó protestas de la federación minera de dicha región (Fedemín), en las que murieron dos civiles.
Brack aseguró que el operativo de la Marina de Guerra para eliminar las dragas ilegales continuará a pesar de las manifestaciones, ya que existen importantes motivos para ello, desde el daño ambiental, hasta la salud de los habitantes de la zona o la red de prostitución infantil surgida alrededor del negocio.
En opinión del ministro -que aclaró que la minería legal, minoritaria, será respetada-, en Madre de Dios existe una mafia dedicada a la extracción ilegal que, utilizando grandes medios, se camufla como pequeña o artesanal, pese a generar importantes ingresos.
Según datos oficiales, el 97 % de la producción en esa región es informal y extrae entre 16 y 18 toneladas de oro al año, por unos 800 millones de dólares.
"Se están haciendo grandes fortunas matando y envenenando gente", aseguró Brack, quien recordó que ya se han destruido 32.000 hectáreas de selva, y que un estudio muestra que los peces de la zona contienen tres veces más mercurio del límite fijado por la Organización Mundial de la Salud.
El problema de la minería informal en Madre de Dios ha generado la migración de miles de personas de la sierra de Cuzco y Puno a esta zona en busca de trabajo.
Aunque la región incluye una zona donde la actividad minera está permitida, el 92 % del territorio está declarado como de exclusión minera, lo que significa que, según el ministro, no hay sitio para todas las personas atraídas a la región por el negocio.
Por ello, el Gobierno añade a su proyecto de formalización de los mineros que trabajan en la zona legal, la promoción de actividades alternativas, como piscifactorías, ecoturismo y la recuperación de las zonas maltratadas por la extracción.
Sobre la oposición de Fedemín, que lideró una huelga que congregó a más de 15.000 trabajadores, Brack aseguró que durante todo 2010 se trató de negociar y llegar a un acuerdo, sin éxito.
"Fedemín está usando a los mineros de la zona legal. No quieren formalizarse y quieren permanecer al margen de la ley, pero en el Gobierno no vamos a dar marcha atrás", afirmó el funcionario.
Esta lucha contra la minería ilegal también pasa por acciones paralelas a la destrucción de las dragas, como la instalación de una intendencia de la oficina fiscal peruana en Madre de Dios, con el objetivo de fiscalizar quiénes comercian con oro.
El objetivo es poner freno a la exportación que elude el pago de impuestos, algo que, en opinión de Brack, supondría "un golpe en la yugular contra la minería ilegal".
También se contempla apoyar desde el Gobierno peruano el convenio internacional para vigilar el comercio de mercurio, así como realizar una campaña que diferencie el oro legal del que se obtiene de forma ilegal, similar a la realizada con los "diamantes de sangre" de países como Sierra Leona.
"Queremos introducir esta idea, que los países importadores (casi el 50 % del oro peruano va a Suiza, por ejemplo) paguen más por un oro que no está manchado con sangre y mercurio", señaló el ministro.
La destrucción de dragas en Madre de Dios, donde ya han sido eliminadas 35, podría repetirse en otras regiones del país, si prospera el proyecto de ley presentado recientemente por el Ejecutivo y que prohíbe toda actividad extractiva en cualquier ambiente acuático.
EFE
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