El presidente de Chile ha declarado que en lo personal y en lo político el año en curso viene siendo “el más difícil de su vida”. Su confesión puede, sin duda, ser compartida por muchas personas a lo largo del mundo.
Escucha el canal de podcast de Las cosas como son en RPP Player.
El presidente de Chile ha declarado que en lo personal y en lo político el año en curso viene siendo “el más difícil de su vida”. Su confesión puede, sin duda, ser compartida por muchas personas a lo largo del mundo, que han visto a seres cercanos enfermar y morir, perder sus empleos, quebrar sus empresas, caer en la pobreza y sentirse impotentes ante las privaciones de niños y jóvenes bajo su responsabilidad. Pero Sebastián Piñera alude también a la violencia social y al riesgo de que su país retroceda en el camino recorrido hacia el desarrollo, la democracia consolidada y la prosperidad. En larga entrevista concedida al Mercurio, Piñera dijo esperar que “cuando se escriba la historia, con más seriedad… y más respeto por la verdad, se diga que enfrentamos la peor crisis política en muchas décadas… y que supimos todos encauzarla por la vía democrática, institucional y pacífica, no por la violencia. Que enfrentamos la peor crisis económica mundial desde 1929… y que supimos enfrentar la peor pandemia sanitaria del último siglo con decisión. Por sobre todo, que digan que fuimos capaces de tener un sentido de unidad, de misión compartida, de confianza en nosotros mismos y esperanza en el futuro”. Piñera reveló que existen cerca de cuarenta querellas criminales contra él, pero reiteró que ha combatido en el marco de la ley a “los que queman estaciones del metro, iglesias y hospitales” y que por eso se ha removido a decenas de generales de la Policía que no respetaron los derechos humanos de los que manifestaban pacíficamente. Ojalá nuestra clase política sepa cultivar durante la campaña electoral un sentido de “misión compartida y de confianza en nosotros mismos”.
Esa misión compartida pasa necesariamente por la derrota del coronavirus, la recuperación económica, la lucha contra la corrupción y la instalacion de autoridades políticas con credibilidad. El mes de noviembre comienza hoy con un Pleno sobre la admisión de la moción de vacancia presidencial y terminará con las elecciones internas de los 24 o 25 partidos que participan en las elecciones del 11 de abril. El recurso político a la vacancia presidencial parece una anomalía constitucional peruana, puesto que un procedimiento tan expeditivo y poco acotado no se plantea en otros países de América Latina. Hoy veremos qué fuerzas políticas secundan la iniciativa de UPP, el partido inspirado desde la cárcel por Antauro Humala. Y en cinco meses sabremos qué piensan los electores sobre el desempeño de los partidos que por el momento hablan mucho sobre candidatos y poco sobre propuestas para remediar nuestros problemas.
La elección que se realizará mañana en Estados Unidos nos ofrece algunos ejemplos de cosas que pueden inspirarnos y de cosas que debemos rechazar. Entre las primeras la alta participación electoral, como evidencian los noventa millones de electores que ya han votado anticipadamente. Y el vigor de dos partidos que tienen diferentes alas pero que saben decantar sus candidatos y sus programas. Entre las cosas negativas destaca el nivel de polarización del país sobre temas que deberían dar lugar a consensos nacionales: la violencia étnica y social, la realidad de la pandemia, el cambio climático, así como el uso de noticias falsas, sobre todo en redes sociales. También es muy negativo que el presidente saliente no se comprometa a reconocer el resultado, cualquiera que él sea, porque insiste en que el partido demócrata solo puede ganar si hace fraude. La credibilidad de las autoridades electorales, así como de las judiciales es el fundamento de nuestro pacto social por la democracia.
Las cosas como son
Comparte esta noticia