El estudio señala que no se encontró ninguna evidencia para ninguna de las denuncias difundidas en medios, salvo casos en relación con la compra de alcohol.
Un estudio realizado por el
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) desvirtuó los
"mitos" creados en torno al programa de asistencia social "Juntos",
entre los cuales se afirmaba que las mujeres pobres se embarazaban para recibir
un subsidio del Estado.
La investigación se hizo en
seis distritos del país, de los departamentos de Amazonas, Ayacucho y Apurímac,
que son beneficiados por el programa debido a la alta tasa de pobreza entre su
población.
En los últimos meses hubieron
denuncias en el sentido de que "los beneficiarios se han vuelto ociosos
porque se han acostumbrado a que el Estado les regale dinero" y que "algunas
mujeres se embarazan intencionalmente para ingresar al programa o permanecer en
él", según los mitos recogidos por el propio estudio.
Asimismo, se afirmaba que
"los beneficiarios malgastan la transferencia para la compra de alcohol,
ropa u otros utensilios innecesarios y descuidan la atención de sus
hijos".
Sin embargo, el investigador
del Instituto de Estudios Peruanos, Ludwing Huber, que participó en el estudio
junto al Fondo de Población de las Naciones Unidas, afirmó que no se encontró "ninguna
evidencia para ninguna de estas afirmaciones, salvo casos excepcionales en
relación con la compra de alcohol".
La investigación señaló que
todos los beneficiados son pobres, pero no están todas las familias que
deberían estar, lo cual genera malestar entre los integrantes de una misma
comunidad.
"La mayor parte (del
subsidio) se gasta en alimentación y, dependiendo de la época del año, en
útiles escolares", pero ese monto "no es suficiente para lograr
cambios sustanciales en las condiciones de vida" de estos pobladores,
afirmó Huber en la presentación.
Además, agregó que las
familias se esfuerzan por cumplir con las condiciones del programa, como son
los controles médicos de los niños y su asistencia a la escuela, más por temor
de ser suspendidos del mismo que por convicción en sus beneficios.
Huber también subrayó que
persiste la desconfianza hacia el Estado y que el enfoque hacia los derechos de
los beneficiados no ha dado resultados perceptibles entre esta población.
Según datos del Instituto
Nacional de Estadística (INEI), la pobreza afecta al 39,3 por ciento de la
población de Perú, con una especial incidencia en las zonas de la sierra
andina, donde más del 80 por ciento de los habitantes vive en situación de
pobreza o pobreza extrema.
En términos estadísticos, la
pobreza extrema mide el porcentaje de personas cuyo gasto no supera los 121,2
soles al mes (35,5 dólares), con lo que la ayuda de 100 soles del programa
Juntos es un importante ingreso para las familias en muchos lugares.
La directora del Movimiento
feminista Manuela Ramos, Ana María Yáñez, declaró en enero pasado que el
aparente interés de las adolescentes por recibir el subsidio se debe al alto
grado de machismo que existe en las zonas rurales.
Yáñez apuntó que el hecho de
que a muchas mujeres no se les permita seguir con sus estudios secundarios ni
trabajar las impulsa a recibir este incentivo, que las vuelve independientes a
temprana edad y les da un soporte económico.
Entre las recomendaciones
del estudio presentado hoy se resaltó la necesidad de destacar que el programa
Juntos busca alentar la generación de capital humano como estrategia de lucha
contra la pobreza en el mediano plazo.
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