Conozca un poco más de la historia del perro sin pelo peruano, un singular canino que ha trascendido en la historia de nuestro país.
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Calato pero bien peruano
Por Jackeline Arce
En el Perú existen numerosos motivos de los que podemos sentirnos orgullosos, entre ellos se encuentra el perro sin pelo, también conocido como viringo, que fue reconocido como patrimonio cultural de la Nación el 22 de octubre de 2001.
A esta singular especie popularmente se le conoce como perro calato, pese a que en ocasiones puede lucir un ralo pelaje que adorne su cabeza o su cola, lo que le hace aun más peculiar.
Esta especie ha desempeñado un papel fundamental en la cultura peruana desde la época prehispánica. Según el arqueólogo del Ministerio de Cultura, Rommel Falcón, la imagen del perro peruano se encuentra con frecuencia en pinturas, cerámicas y la iconografía de las culturas Inca, Moche, Wari, entre otras.
"El perro peruano sin pelo aparece representado en cerámicas huari, en cerámica chancay, en cerámica de la cultura chimú y en la cerámica de la cultura Lambayeque, en cerámica Ichma de la costa central de Lima. En las creencias pues hablan de que son mensajeros de los dioses, acompañan a los sacerdotes", dijo Rommel Ángeles.
Después de que el Estado peruano reconociera a esta singular raza canina como patrimonio cultural nacional, se estableció la disposición de que al menos un perro sin pelo debía residir en cada uno de los museos arqueológicos a lo largo de la costa peruana. Sin embargo, según Lizardo Talavera, arqueólogo graduado de la Universidad Mayor de San Marcos, esta medida no ha tenido el efecto deseado.
"Esto ya tiene como más de 15 años ha demostrado en la práctica que no ha sido una buena idea a mi opinión porque el perro sin pelo como cualquier otra mascota tiene que estar viviendo en una casa con una familia y los museos son instituciones y a veces eso los deja un poco aislados, depende mucho del presupuesto que no siempre hay, de los cuidados de la persona que lo tiene no es alguien que haya buscado tenerlo si no es que trabajan en esa misma institución, no siempre hay empatía", indicó Lizardo Montero.
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Por otro lado, la cinóloga Claudia Gálvez, fundadora de la Asociación Amigos de los Perros sin Pelo del Perú, ha solicitado al Ministerio de Cultura que se consideren otras opciones para que la ciudadanía pueda conocer al viringo peruano en los sitios arqueológicos.
"En adelante en lugar de traer nuevos perritos vivos a los sitios arqueológicos que en todos los sitios arqueológicos del país exista un QR o una infografía que te lleve si quieres recibir más información pues puedas entrar al enlace, y de esa manera, puedas tener la información del perro y no necesariamente tener un perro vivo en el lugar", afirmó Claudia Gálvez.
El perro calato no está exento de enfermedades genéticas, según lo señalado por el médico veterinario Marco García, docente de la facultad de Zootecnia en la Universidad Nacional Agraria La Molina. El especialista recomienda prestar especial atención al cuidado de la piel de esta raza canina, ya que son propensos a quemaduras solares y a sobrecalentamiento.
"Debido a las alteraciones que ellos tienen dentro de su genoma, presentan problemas por ejemplo de tipo dental, en algunos casos ellos tienen maloclusión o mal cerrado de boca y carencia de algunas piezas dentales, después tienen problemas cardiológicos hay problemas a nivel del corazón circulatorios, también hay problemas de tipo de piel como en el caso llamados comedones, la protección de los rayos solares sobre todo quienes tienen problemas de pigmentación, bueno los mismos bloqueadores que usamos nosotros pero cualquier medicación que pase por favor por un médico veterinario", precisó Marco García.
El perro sin pelo peruano es un emblema de la peruanidad que ha perdurado a lo largo de la historia y desempeñado un papel protagónico en diversas culturas. En el marco de las celebraciones de Fiestas Patrias, es importante recordar y reivindicar su importancia en nuestra sociedad.
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