La quema de pastos es generado por los propios agricultores lo cual perjudica la conservación de la biodiversidad y los glaciares, señaló el jefe del Sernamp.
En el año 2010, doce hectáreas de pastos naturales de las Pampas de Chacamarca en la provincia de Junín, entre otras zonas andinas y altoandinas se incendiaron, informó Ronald Medrano, jefe del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas del Estado (SERNAMP).
“La quema de pastos es generado por los propios agricultores quienes por costumbre ancestral prenden fuego con la creencia que serán renovados”, manifestó.
Indicó que la quema no solo perjudica la conservación de la biodiversidad y los glaciares, sino que atenta directamente a las comunidades campesinas, ya que sus suelos van quedando degradados e infértiles.
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