Santa Cecilia es la patrona de los músicos, y cada 22 de noviembre de cada año, el músico huanca eleva una oración al cielo para encomendarse antes de cada presentación.
Conociendo un poco de historia, en 1594 Santa Cecilia fue nombrada Patrona de los Músicos, por el Papa Gregorio XIII. A nivel mundial cada 22 de noviembre se conmemora el nacimiento de esta santa y por derivación el homenaje a los músicos de todo el mundo.
En el Valle del Mantaro recordar a Santa Cecilia en noviembre es rememorar a grandes intérpretes y gestores de la música tradicional. Músicos que con sus temas nos llevan al encuentro de nuestra identidad y folclore, expresado en sentimientos arraigados a nuestras costumbres y tradiciones.
Melodías con las que nos hacen gozar cada vez que nos satisfacen los odios con una mulisa, un huayno o una tunantada, temas que van enfrascadas de amor, ilusión, de desdicha y pena.
Como no recordar a los grandes maestros de nuestra música wanka: el gran Zenobio Dagha, Tiburcio Mallaupoma de La Cruz, Julio Rosales, Javier Unsihuay, Edwin Mayhuasca, Francisco Leyth Navarro, Andrés Córdova, y Rolando Rojas Malpica, entre otros reconocidos intérpretes; músicos quienes registraron en el trinar de la vida sus mejores melodías y creaciones, replicados hoy en diferentes asociaciones y agrupaciones musicales.
Encontrar a un músico en Huancayo no es difícil, todo aquel que requiera de uno solo basta trasladarse al parque Inmaculada para ubicar una o varias orquestas de músicos; en este parque no hay día en que sea abarrotado de estos grandes señores, acompañados de sus saxos, violines y arpas, mistura de usanza y vida. Es evidente esta secuencia cultural que hoy se genera en este espacio transcendental de nuestra ciudad englobada actualmente en diversos géneros musicales.
En la actualidad, el Valle del Mantaro cuenta con más de 150 agrupaciones musicales entre orquestas típicas, bandas, orquestas tropicales, conjuntos latinoamericanos entre otros y más de 8000 músicos en actividad musical.
Hoy los recordamos con gratitud y reconocimiento a todos estos ilustres personajes de la música, quienes con sus armonías nos llenan la existencia de compas y pasión. Enseñándonos a seguir por los caminos de la tradición y cultura musical cada vez que escuchamos lo mejor de su arte melodioso.
Visitar la región Junín, en cualquier época del año, resulta interesante y se puede disfrutar de diferentes festividades. “En el Valle del Mantaro hay fiesta los 365 días del año, no hay pueblo que no tenga su fiesta y su ocasión para celebrar a su santo patrón con sus trajes típicos, su danza sus costumbres o simplemente un matrimonio con palpa", cuenta Ilich Paz, un conocido músico “percusionista”, quien por primera vez debutó en una orquesta huancaína a la corta edad de 13 años.
Además se dedica la mayor parte de su vida a la música y fue integrante de diversas orquestas como Sociedad Latina, Son Habaneras, Sangre Latina, Glorias del Túpac y hoy de la Penka, agrega. Así que como él, al momento de deleitarnos con su música se alegran miles de corazones y se mezcla el arte y el placer que son sonidos convertidos en música agradable para los oídos.
En una breve entrevista con la periodistas Sonia Goldenberg, ella dijo estar impresionada al conocer las diversas orquestas típicas que existen en Huancayo llamándole aún más la atención la cantidad de saxofonistas que integran una orquesta, que son como mínimo entre 12 y 14, por lo que se dedicó a producir el documental llamado “El País de los Saxos”.
Huancayo es el único lugar donde existen el mayor número de músicos saxofonistas, es un misterio cómo llego a esta parte del mundo para deleitar corazones con sus notas musicales.
Por: Lizzet Paz
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