Es un arco de piedra que se formó por el paso del tiempo y significa para los aymaras del lugar un espacio de renovación de energías.
A los 4320 m.s.n.m. del altiplano puneño se encuentra una zona atractiva que aún se mantiene escondida.
Se trata de Kalacumo, un arco natural de piedra esculpida por el tiempo. Kalacumo proviene de dos palabras aymaras,“kala” que significa piedra; mientras que “ cumo” que significa arco. Está formación rocosa natural está ubicada en el distrito de Cojata, provincia de Huancané.
Según los geógrafos el arco de piedra que mide unos 15 metros de largo y unos ocho metros de ancho, fue resultado del sistema orográfico y al paso del tiempo. Otros estudiosos señalan que las pampas de Cojata hace millones de años formaba un gran lago y las olas constantes esculpieron el arco de piedra, que actualmente se nota majestuoso y es visto como testigo de los sufrimientos, alegrías de los alpaqueros aymaras.
Para los cojateños, “Kalacumo” se constituye en una extraordinaria obra natural, donde por siglos, muchos de ellos dejaron su nombre grabado con sangre, debido a que en los exteriores, en la roca, se muestran como pinturas rupestres nombres de los antepasados aymaras.
No sólo el arco de piedra es el atractivo turístico, sino también las otras formaciones de roca como la cabeza de un dragón, serpiente, bosque y una torre natural. Cada fin de semana el cerro Kalacumo se llena de visitantes locales, regionales y también de aymaras bolivianos que vienen a tomar las energías de las piedras, pues consideran que son saludables y significan un rito de renovación de fuerzas.
Sin embargo, el arco de piedra se encuentra abandonada por las autoridades y poco promocionada por el sector turismo, a pesar que al frente del arco de piedra se encuentra la Cordillera Palomani y un bosque natural ubicado en el lado boliviano, que según los especialistas en turismo podrían formar un gran circuito turístico.
Por: Germán Alejo Apaza
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