Miguel Tito Ajahuana, de 62 años, asegura que la contaminación del río Suches afectará la crianza de la alpaca en el distrito de Cojata.
Desde su nacimiento, Miguel Tito Ajahuana vivió rodeado de varias especies de camélidos sudamericanos en la comunidad campesina de de Tumapirhua, ubicada en el distrito de Cojata, jurisdicción de la provincia de Huancané (Puno).
A sus 62 años, Miguel asegura que Cojata pudo ser la pionera en la producción de los camélidos sudamericanos pues durante la década de los 70, luego de formar la Cooperativa Rosaspata 35, los pobladores de ese sector lograron tener más de 70 mil cabezas de ganado.
“Fue en la época del expresidente Velasco cuando los moradores de Cojata y Rosaspata teníamos 35 mil alpacas e igual número de ovinos”, indica Tito y sostiene que si hubiera continuado la cooperativa, ellos hubieran sido líderes productores de las alpacas.
Recuerda esos tiempos cuando fue presidente de la cooperativa y que además –según indica- contribuyó para la construcción de los cobertizos para el campo ferial donde cada año se realiza la Feria Ganadera del Sur en la ciudad de Juliaca.
“Luego de la reestructuración en la primera gestión del expresidente de la república, Alan García, cada quien hizo lo que pudo y muchos se alejaron de Cojata para trasladarse a las grandes ciudades”, indica.
Ahora Tito, quien es padre de siete hijos, continúa con la producción de los camélidos y, en un área de 4 mil hectáreas, cría alrededor de 600 alpacas de las razas suri y huacaya, que son mejoradas y rinden mayor cantidad de fibra.
“Después de dos años de crianza se realiza la esquila de las alpacas que puede producir 12 libras, si es que el animal tiene buena fibra”, sostiene el productor quien habita a más de 4 mil 500 metros sobre el nivel del mar.
La libra de fibra de color blanco se puede vender a 10 soles, la cual debe ser de una calidad de entre 18 a 21 micras, porque de los contrario estas pueden bajar de precio hasta S/.5; es decir, en dos años de crianza de una alpaca puede rendir una ganancia de S/.120 si tiene fibra de calidad.
Los productores en Cojata, localidad ubicada en la frontera con Bolivia, según Tito Ajahuana deben tener la tendencia de la cría de alpaca mejorada como las suri que se caracterizan por tener una cabellera larga y las huacaya por tener fibra esponjosa.
Sin embargo, considera como una amenaza la contaminación del río Suches que es generada por los mineros informales que iniciaron sus actividades hace unos cuatro años atrás en el país de Bolivia.
“En la altura, las alpacas deben buscar su alimento y con la contaminación en los últimos años, los bofedales están desapareciendo” asegura el productor quien para llegar a Juliaca a fin de presentar sus animales en la Feria Ganadera del Sur debe viajar por más de cuatro horas en bus.
Por: Paty Condori Huanca
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