Al amanecer del 24 de junio, la población del sector rural suele marcar al ganado ovino para una mayor producción ovina durante el año venidero.
La celebración por el "Día de la Oveja" se realiza en algunas de las localidades de la región Puno el mismo día de San Juan Bautista, es decir cada 24 de junio.
Según la tradición que se practica desde antaño, desde muy temprano se tiñe o marca al ganado ovino que ese día será el homenajeado por sus dueños.
El ritual para la celebración se inicia con el “qintu”, donde se levantan hojas de coca, y solo tres de ellas se entregan a la oveja mayor o la mejor del rebaño para que la mastique en representación a sus compañeros.
En algunas zonas, los comuneros suelen simular hacer casar a una pareja de ovinos. Dicen que lo recomendable es que sean los mejorcitos del rebaño para que las crías también se asemejen a los recién casados.
Posteriormente, los dueños de los ovinos mezclan agua y anilina de los colores que elija, sugieren que sean tonos vivos o chillas para que resalten cuando sean pastados los animales.
Luego, ya con la mezcla, los comuneros inician con el teñido de los corderos. Algunos lo hacen en el lomo y otros en la cabeza. Otros además les colocan aretes a los ovinos en ambas orejas.
En otros sectores, también se les colocan collares que son elaborados con anticipación a base de la lana de los ovinos y que son teñidos con diferentes colores de anilina.
Ya adornados se inicia con la bendición del rebaño con agua fría a fin de que ese año se tenga mayor producción de ganado ovino y no mueran las crías que pronto llegarán en la temporada de helada.
Según la tradición, ese día no se pueden sacrificar a los corderos; pues de lo contrario, el campesino no tendrá un buen futuro.
Por: Paty Condori Huanca
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