En 1842 llegó a la localidad andina la virgen del Rosario de Chiquinquirá tras el arribo de la corriente libertadora del norte, encabezada por Simón Bolívar.
Han transcurrido 169 años de la llegada de la virgen del Rosario de Chiquinquirá a Cascas, capital de la provincia Gran Chimú (La Libertad), cuyos devotos mantienen viva la fe y fervor de La imagen.
La virgen del Rosario de Chiquinquirá es un cuadro pintado por el español Alonso Narváez en un pueblo de Colombia en 1555 que tras unos hechos llamativos e inexplicables se convirtió en la patrona y reina de ese país norteño.
Según la Monografía histórica de la parroquia de Cascas y sus santos patrones de Juan Díaz Núñez, la virgen del Rosario de Chiquinquirá llega al Perú en óleos pintados y en pequeñas estampas traídas por los integrantes de la corriente libertadora del norte encabezada por Simón Bolívar.
En un primer momento la imagen de esta virgen fue instalada en la capilla de Jolluco, donde se salvó de un incendio. Posteriormente en 1842 fue llevada a Cascas a pedido del cura de apellido Corcuera y fue recibida con algarabía por los pobladores de la época en el sector La Cruz del Pozo.
Desde esa época la virgen del Rosario de Chiquinquirá fue declarada patrona de Cascas, cuya festividad se celebra cada mes de octubre. Este año desde el pasado 18 se inició la fiesta casquina y el día central será este viernes 28.
Dentro del programa de fiesta destaca su peregrinación por las localidades cercanas de Cascas, procesiones, eventos deportivos como el burrocross, pelea de gallos, eventos culturales y gastronómicos, en el que se brindará con el vino que se produce en esa localidad.
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