Cada persona que se postra a los pies de esta imagen, de solo 30 centímetros, tiene su razón, una motivación que la lleva a poner una flor o encender una vela.
Cada 8 de setiembre, una gran multitud visita la iglesia del distrito huancaíno de Sapallanga para venerar un año más a la pequeña imagen de la milagrosa Virgen de Cocharcas, a fin de agradecerle un favor o pedirle algo.
Cada persona que se postra a los pies de esta imagen, de solo 30 centímetros, tiene su razón, una motivación que la lleva a poner una flor o encender una vela. Unos para pedir un milagro y otros para agradecer la gracia recibida.
Los milagros pueden ser grandes o pequeños; sin embargo, el milagro más grande por el que la mayoría peregrina es el don de la vida.
No hay un registro de los milagros
El párroco José Francisco Montero Sánchez, de nacionalidad venezolana, quien es rector del Seminario Mayor San Pío X, dice que los milagros son hechos extraordinarios, que a la luz de nuestra realidad todavía no comprendemos y que son manifestaciones de Dios por intercesión de la virgen María, en este caso por la Virgen de Cocharcas.
Por ejemplo, don Mario Pantoja relata que sus oraciones fueron escuchadas por la virgen, pues cuando no tenía trabajo y estaba cargado de problemas personales y familiares le rezó y cambió su vida. Él logró conseguir un trabajo en una mecánica, después abrió su propio negocio y ahora tiene una factoría a la que ha puesto el nombre de la virgen.
María León Quispe, una señora de 82 años, quien viene de Huarochirí, señala que visita a la virgen desde hace más de 50 años y le agradece que siga viviendo al lado de sus familiares y nietos.
Juana Túpac, una joven de 42 años, relata, por ejemplo, que el año pasado le pidió a la Mamacha Cocharcas, como también se le conoce, que le conceda la gracia de casarse, un sueño que se cumplirá este mes en agradecimiento a ella.
Por su parte, Milagros y Javier Molina Yauri, una pareja de esposos, cuentan que su hijita nació con una malformación que la tuvo en coma, pero se encomendaron a la virgen y ahora la pequeña se recupera. “Ha vuelto a la vida”, dicen mientras llevan entre sus brazos a la engreída Luz Marina de cinco años.
Carlos y Carmen Santiago Marín, un matrimonio joven de 29 años, dicen que han hecho la promesa de visitar a la Virgen de Cocharcas, este es el segundo año, y solo piden que tengan trabajo y bendición para su hogar.
Así como ellos, hay miles de milagros por los cuales la gente peregrina a Sapallanga, Apata, Orcotuna, Marcatuna, 3 de Diciembre, Colca y otros pueblos.
La Virgen de Cocharcas congrega a miles de fieles y se calcula que en estos días acuden más de cien mil personas a Sapallanga, unas cincuenta mil a Orcotuna y otro tanto a Apata, solo por mencionar los tres principales pueblos donde la veneran
Cuentan que el fervor a esta virgen vino del sur hace más de 400 años por medio del indio Sebastián Quimichu, quien con la réplica de la virgen y su “chirisuya” pedía limosnas para construir el templo a la virgen en Cocharcas, provincia de Chincheros (Apurímac).
Las actividades en honor a la virgen se inician del 8 al 12 de setiembre. El día central es este sábado 8, fecha que se inicia con una misa oficiada por monseñor Pedro Barreto para luego continuar con la procesión.
La imagen es acompañada por comparsas de Los Shapish de Chupaca y Negritos de Chongos Bajo, cuyos danzantes le rendirán homenaje.
Asimismo, la Municipalidad Distrital de Sapallanga realizará un festival gastronómico del cuy, trucha y chicharrón el 9 de setiembre, donde habrá un concurso de estampas folclóricas desde las 2 de la tarde.
¡Sapallanga te espera!
Por: Lizzet Paz
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