Vestir a la patrona de Arequipa de chacarera es una tradición para recibir a los miles de fieles que peregrinan a su santuario.
La Virgen de Chapi recibió este martes a los miles de peregrinos vestida con traje de chacarera peregrina, como una tradición en la víspera de su fiesta central.
Se acostumbra vestir a la patrona de Arequipa con este traje de chacarera para recibir a los miles de fieles que llegan en peregrinaje, caminando desde la Ciudad Blanca o desde 7 Toldos hasta su santuario ubicado en el distrito de Polobaya a 60 kilómetros de la ciudad.
La mamita de Chapi recibió a sus peregrinos con un traje blanco con aplicaciones doradas, su manto rojo, velo blanco y sombrero de paja como lo usan los chacareros arequipeños y el bastón de mando, que le fue regalado el año pasado por el jefe de la Región Militar Sur, que representa el bastón que llevan los fieles en su larga caminata, mientras que el niño llevó en brazos una lampa.
Nury Salas, encargada de cambiar a la Virgen de Chapi desde hace 7 años, nos cuenta que antes de culminar la fiesta de víspera el 30 de abril, se procede al cambio de traje de la Virgen y de su niño, acción que se hace con ayuda de 15 personas.
“Este año la virgen luce un traje de fiesta como todo una reina con vestido y manto dorado, un traje nuevo que fue donado por una persona anónima”, resalta Nury Salas.
La mamita de Chapi estrena traje nuevo todos los años, ninguno mandado a confeccionar por la Iglesia, sino por sus devotos que esperan les conceda una gracia. Este año recibió 5 trajes consistentes, en vestidos, mantos y velos, algunos incluyen también la vestimenta del niño cimarrón y es Nury Salas la persona que elige el traje adecuado para la festividad.
Historia
La historia cuenta que la imagen fue hallada en un cerro aledaño a Churajón y a raíz de un terremoto fue trasladada al antiguo valle de Chapi a unos 4,6 kilómetros del actual santuario.
Cuando la imagen era trasladada al pueblo de Sogay en el año 1793 se presentó una tempestad de arena, con vientos que impedían seguir el paso. Cuando terminó el fuerte viento, los pobladores intentaron una y otra vez levantar la imagen de la Virgen de Chapi sin poder hacerlo, lo cual fue interpretado como la voluntad de la Virgen de quedarse en aquel desértico lugar.
Es así, que se inicia el culto en una pequeña ermita que fue destruida por el terremoto de 1868, pero para sorpresa de los feligreses en medio de los escombros se halló la imagen totalmente intacta.
También, la imagen no sufrió ningún daño durante el incendio de 1921 que consumió el altar y el templo que para esa época ya estaba construido, estos hechos y otros más como la aparición de agua en un suelo estéril multiplicaron la devoción por la Virgen de Chapi, devoción que se mantiene de generación en generación.
Por: Janet Vizcardo Mendoza
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