Las lluvias y reacciones tardías de las autoridades en Lambayeque

Para nadie es un secreto que la región Lambayeque tiene muchas zonas vulnerables al fenómeno de El Niño, el que gracias a Dios no se ha presentado, pero la naturaleza nos da muchas lecciones y que lecciones en las últimas tres décadas, pero por lo que vemos, nuestras queridas autoridades no aprenden la lección. ¿Cuándo lo harán?

 Quizá ya no recuerden los daños que ocasionó el fenómeno de El Niño en 1983, que fue de 460 millones de dólares y en 1998 de 64 millones de dólares, cifras que demuestran el gran perjuicio que ocasionan los desbordes de los ríos, en especial el río La Leche, dentro de cuya cuenca están los distritos de Jayanca, Pacora, Íllimo, Túcume, Mórrope y Pítipo.

Desde el mes de mayo del 2011, la oficina regional de Defensa Civil a través de RPP Noticias alertó que el 100% de los ríos y canales de la región Lambayeque tenían sus causes colmatados y que las cuencas de los ríos Chancay y Lambayeque tenían puntos críticos en sus riberas y que se necesitaban con urgencia trabajos de reforzamiento, limpieza de causes, encauzamiento de algunos tramos de los ríos, entre otras labores. No se hizo nada. ¿Por qué?

Las represas

En el valle La Leche, las aguas no solo causan destrozos en chacras, carreteras, viviendas, escuelas, postas médicas entre otros, sino que se pierden millones de metros cúbicos en el desierto de Mórrope o en el mar.

Una de las alternativas para aprovechar los excesos de agua en épocas del fenómeno del Niño o en cualquier verano, es la construcción de represas en la parte alta de los valles y una de ellas, que es la más urgente, sin duda es la represa La Calzada en la cuenca del río La Leche.

Un estudio realizado por una empresa rusa en 1977 determinó que en el sector La Calzada ubicado cerca al centro poblado de Mochumí Viejo, en el distrito de Pítipo, se debe construir un dique de contención.

En 1990 la ex-Dirección Ejecutiva del Proyecto Especial Olmos plantea ante el Comité de Emergencia Regional que el proyecto La Calzada se considere como una represa de almacenamiento y regulación del agua del río La Leche con una capacidad de 70 millones de metros cúbicos.

La obra tiene una ley que la declara de necesidad pública nacional y en estos momentos las autoridades deberían estar trabajando para buscarle financiamiento, pero tampoco se ha hecho nada.

Aprendamos las lecciones que nos ha dado la naturaleza en los últimos 50 años y no esperemos tener el agua al cuello recién para actuar, como hace 5 días en que recién las autoridades del Gobierno Regional salen a decir que hay necesidad de descolmatar los ríos, cuando estos ya están totalmente llenos de agua. 

Por Juan Cabrejos

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