El contrato laboral es la herramienta más importante para tener en regla los compromisos con el personal de una empresa formal.
El contrato de trabajo es un acuerdo de voluntades. Por medio de este documento una de las partes se compromete a prestar sus servicios personales en forma remunerada (el trabajador), y la otra se compromete al pago de la remuneración correspondiente (el empleador).
Se puede llegar a un acuerdo de forma verbal o escrita, salvo el caso de los contratos sujetos a modalidad, donde sí se necesita un documento escrito.
En un contrato de trabajo encuentras las siguientes definiciones:
a. La prestación personal de servicios: debe especificarse qué labor desempeñará la persona que se va a contratar.
b. Aceptación de subordinación: el empleador tiene la potestad de dirigir y fiscalizar la labor del trabajador, así como sancionarlo cuando detecte un incumplimiento.
c. Remuneración: porque los trabajadores realizan labores con el fin de que se le pague en dinero o bienes.
Hay tres tipos de contrataciones: por plazo indeterminado, sujeto a modalidad, y los contratos a plazo fijo. Estos últimos requieren de todas maneras que se realice un documento escrito y se registre ante la Autoridad Administrativa de Trabajo.
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