Este brebaje indígena, en dosis adecuadas, es un nutriente curativo que ayuda a las personas a madurar su estado emocional.
La ayahuasca tiene un origen milenario entre las culturas del Amazonía de Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador y Brasil, siendo el grupo étnico de los Shipibo Conibo del Perú uno de los más importantes representantes de su uso y práctica en sus ceremonias y ritos de curación desde tiempos muy antiguos.
La preparación varía según los grupos indígenas, las poblaciones y los médicos chamanes de cada población, guardando cada uno su secreto y habiendo diversas recetas con diferentes agregados.
Luis Cuiquitón, prestigioso Ayahuasquero de la ciudad de Iquitos (Loreto) contó que los pobladores en agradecimiento por la presencia de plantas, consideradas como sagradas por tener bondades curativas, danzan en homeja a ellas.
El ayahuasca es la poción por excelencia del mundo Amazónico y nexo de unión entre diversas culturas que tienen en común su consumo individual o grupal con diversos fines, que abarcan desde lo curativo, la espititualidad hasta la revelación personal.
El término "ayahuasca" tiene un origen quechua formado por "aya" que significa cuerpo muerto, y por "husca" que es cordel gordo o soga.
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