Desde hace mucho tiempo existe la costumbre de huaquear durante la ´Semana Santa´ y el día preferido es Viernes Santo porque en el pueblo se piensa que ´Dios está muerto y no ve´.
El territorio de la región Lambayeque tiene cantidad de lugares arqueológicos, de los cuales más del 90 % han sido profanados por los famosos huaqueros.
Las tumbas preferidas por los huaqueros son las de los Mochicas, Lambayeque, Chimú e incluso Incas. Esos tesoros escondidos en las tumbas, objetos de oro, chaquiras y cerámicas finas, son lo más apetecibles para los profanadores de tumbas, conocidos como “huaqueros”.
Emiliano Rubio Díaz en su artículo “Huaquero y arqueólogo” indica que en Perú, se le llama “huaquero” al buscador clandestino e ilegal de tesoros arqueológicos y que su nombre deriva del término “huaca”, que puede ser un edificio en ruinas o un cementerio.
Para el historiador Martín Cabrejos Fernández, profesor de Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo de Chiclayo, la palabra “huaquero” deriva del término quechua “wak’a” que significa sagrado y, aunque popularmente se usa para designar en nuestro tiempo a los enterramientos prehispánicos, una Wak’a podía ser una piedra, una cueva, un árbol, un cerro, un lago.
Los gentiles
Las huacas, según la tradición lambayecana, son edificaciones de los “gentiles”, es decir de las personas que vivieron antes de la cristianización española.
El gentil era idólatra porque adoraba muchos dioses y la idolatría no es admisible en la fe cristiana. Desde hace mucho tiempo existe la costumbre de huaquear durante la “Semana Santa” y el día preferido es Viernes Santo, porque en el pueblo se piensa que “Dios está muerto y no ve” y los restos de los “gentiles afloran cerca de la superficie para ser encontradas rápido”, y esa es la razón del huaqueo en tales fechas.
Huaqueros fueron los que en 1936 encontraron el Tumi de Oro o Cuchillo de Íllimo en el complejo arqueológico Huaca de la Cruz, que hoy es conocido como Santuario Histórico del Bosque de Pómac. Huaqueros fueron los que en 1989 descubrieron el lugar donde había tumbas de la élite Mochica y de donde saldría el famoso Señor de Sipán.
Desde décadas atrás, las tumbas prehispánicas tienen una cita silenciosa con la Semana Santa y hoy la policía con su patrullaje evita que ese encuentro se dé y se profanen tumbas, que se rompan vestigios que los arqueólogos desenterrarán con paciencia milenaria.
Por: Juan César Cabrejos Becerra
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