La Virgen de los Dolores de Cajamarca fue coronada por el nuncio apostólico Fernando Chente en representación del Papa Pío XII.
En estos días la fe y devoción hacia la “Reina y Patrona de Cajamarca”, como se conoce a la Virgen de los Dolores, se acrecienta porque después de todo un año es bajada de su trono para ser venerada por su pueblo que hace largas colas para estar frente a ella por contados segundos con la finalidad de recibir su bendición.
Cecilia Díaz, secretaria de la Hermandad de la Virgen de los Dolores, nos cuenta que un 14 de junio del año 1942 el nuncio apostólico Fernando Chente, en representación del Papa Pio XII, coronó a la Virgen de los Dolores, por ello se la conoce como “Reina y Patrona de Cajamarca”.
Una de las historias sobre el origen de la sagrada imagen en Cajamarca, es la siguiente... un día un grupo de ángeles convertidos en humanos visitaron el templo San Francisco y dijeron ser carpinteros, por ello se ofrecieron para tallar a la virgen y solo pidieron se les habilite un ambiente en donde no querían ser molestados.
Las personas encargadas de llevar la comida a los carpinteros narraron que encontraban los alimentos tal cual como se los habían llevado, hasta que un día ya no escucharon bulla y al ingresar solo hallaron la sagrada imagen, y de los carpinteros nunca se supo más.
La Virgen de Los Dolores es considerada como protectora de Cajamarca. Según cuenta la historia, durante la invasión chilena a esta ciudad ocurrió un hecho que llamó la atención de todos, pues en los precisos instantes del ataque chileno hubo una especie de nube que no los dejó ingresar y les provocó temor, por ello salieron despavoridos, y este hecho se atribuye a su manto protector.
Cecilia Díaz también cuenta que cuando existe un peligro inminente para Cajamarca, la virgen baja de su trono para proteger a su ciudad y una muestra de ello es que su manto aparece manchado con barro, lo cual fue constatado por toda la hermandad.
“Hace dos años cayó un rayo y este fue absorbido por la cruz que está sobre la cúpula de la iglesia San Francisco, y ni siquiera se rompió vidrio alguno, esto es una muestra que la virgen protege a sus devotos, pues los miembros de la hermandad en esos instantes estábamos bajo la cúpula y no nos pasó nada, qué más milagro que ese”, nos cuenta.
La Virgen de los Dolores es adorada siete días antes de la Semana Santa, por ello cientos de fieles abarrotan la iglesia San Francisco, no solo con el propósito de recibir bendiciones, sino agradecer los milagros concedidos.
En las afueras de la iglesia, un grupo de personas al son de la caja y flauta, acompañados con las notas del clarín cajamarquino, colocan el marco característico de la adoración.
Por: Luis Asencio
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