En diversas zonas de esta región se encuentra a mujeres con polleras, asháninkas cargando a sus hijos; todas luchando por salir adelante y sin temor a nada.
Durante una entrevista amena sobre la mujer de la región Junín a la antropóloga Patricia Olivera nos dice que este departamento es tierra de muchas culturas. Es un territorio variado de pisos ecológicos que dan alimentos para todo tipo de gustos.
Menciona a la mamapacha, que es tierra en el mundo andino, y lo mejor de todo "es femenino" -nos dice- ya que cobija a los pobladores de este heterogéneo y enigmático territorio.
Es así que hacemos un recorrido imaginario, caminamos por la capital de Junín que es la ciudad de Huancayo y vemos a mujeres del campo, de zonas urbanas, caminar vestidas con ropas típicas de sus pueblos, como también con vestimentas de ciudad, casual, moderna y formal. Todas distintas por fuera pero las mismas luchadoras por dentro.
Y llegamos a la conclusión de que la mujer de hoy ocupa cargos importantes. Ahora son alcaldesas, regidoras consejeras, oficinistas y lideresas, las mismas que trabajan para llevar el pan a la casa y lo mejor de todo regresan a sus hogares para volver a la labor de ser también madres.
Retomamos a las mujeres de Junín, que no es solo tierra de las mujeres de las culturas prehispánicas: wancas, xauxas, tarumas, ashaninkas, matsiguengas; sino también vemos mujeres que por diversas razones llegaron de Huancavelica, Ayacucho con sus vestimentas típicas, entonces recordamos "Todas las sangres" de José María Arguedas.
Continuando con nuestro recorrido imaginario; a una hora de Huancayo, ves a hermanas campesinas pastear sus animalitos hilando la lana de oveja o alpaca; a 30 minutosa mujeres sentadas en oficinas redactando escritos o dirigiendo labores técnicas o profesionales.
Tomas un auto y en 5 horas estas en Puerto Ocopa (Satipo) abordas un bote y en 30 minutos estás viendo a nuestras hermanas asháninkas remar en sus balsas dominando las turbulentas aguas del río Ene, llevando a sus hijos: tsinanis (niñas) y shiramparis (niños) y siendo a la vez comerciantes.
Bajamos del bote y en territorio aún satipeño caminas unos pasos y ves a nuestras hermanas de la Reserva Nacional Asháninka, alzas los ojos y dices “esto es el paraíso”, y logras ver de lejos a los no contactados de la región Junín.
Refiriéndonos a la mujer huanca; “La mujer huanca se identifica por ser trabajadora, autosuficiente, lucha sola por tener su propio bienestar, se hace de un camino de proyectos para salir, adelante nunca se rinde” menciona orgulloso Carlos Suarez, un conocido editor de nuestro valle.
En este espacio también entrevistamos a María Teresa Zúñiga, reconocida dramaturga, quien resalta a la mujer huanca como lideresas y recuerda el valor, el candor, el trabajo, el esfuerzo, el amor, la pasión, el tesón, la abnegación, el carisma, la emoción y todos sus atributos.
Resalta los últimos logros alcanzados por la mujer andina de nuestra región, en la política, el comercio, su profesión y sobre todo sigue señala que la mujer sigue siendo la fuerza vital de la familia por su sensibilidad, creatividad y capacidad organizativa siempre con el objetivo de salir adelante ante los problemas.
Finalmente hace mención a los casos de violencia a la mujer resaltando que Junín ocupa uno de los primeros lugares, es por ello que se debe luchar por reducir estos índices valorándonos y no permitir más esta agresión.
Finalmente, la antropóloga Patricia Olivera se reafirma en señalar que en la región de Junín es la mujer quien pinta de identidad cultural este territorio; y es ella quien la mezcla o la desaparece, fuerte responsabilidad histórica.
Por: Lizzet Paz
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