Las medidas que ha adoptado el gobierno son válidas para frenar el avance del nuevo coronavirus, según afirma este grupo de personas. Un cantante, un DJ y una repostera narran a RPP lo difícil que es afrontar el aislamiento social obligatorio viendo sus ahorros decrecer día a día.
La crisis sanitaria que enfrenta el Perú por la expansión del nuevo coronavirus ha provocado que el gobierno decrete un estado de emergencia con aislamiento social obligatorio, esto impide que laboren aquellos que están bajo el rótulo de servicios no vitales. Dentro de este rubro se encuentran artistas, vendedores que no abarcan alimentos, docentes por honorarios, estilistas, cambistas, cocineros, entre otros.
La prolongación del aislamiento social obligatorio por 13 días más ha afectado aún más la economía de estos hogares. Muchos de ellos no se hayan dentro de la situación de pobreza, pero tampoco gozan lujos. No son pobres, pero van en camino de serlo. RPP Noticias recogió tres testimonios de este grupo de trabajadores.
Pobre payaso, ríe por no llorar
Este coro de la canción ‘Mi amigo, el payaso’ del salsero Tony Vega refleja la vida del artista, afirma Miguel Vaella (Miguel Bahía), quien es animador, cantante y compositor. “Tenemos problemas, pero el show tiene que continuar”, comenta.
Él es padre de dos hijas, una de 20 años y otra de 11, y detalla a RPP Noticias que los músicos la están pasando muy mal en estos días. Como tantos otros artistas, Miguel Bahía se presenta los fines de semanas en centros de diversión para entretener a los asistentes. Su pago: en efectivo, cada lunes después de los shows.
Desde hace años, pide que se aplique una correcta ley del músico para que ellos gocen de servicios de salud y pensiones para el futuro. Estos días de cuarentena lo ha pasado con los ahorros que tenía, pero indica que varios de sus compañeros no están “en capacidad de mantener a (sus) familias”.
“Estamos pidiéndole al presidente si nos puede afiliar al bono. (…) Que se apiade de los músicos, porque la verdad es que nunca ha habido un apoyo para el artista”, exclama.
A triunfar a la capital
Jenrry Paima, es DJ, y vino a Lima desde su natal Yurimaguas. Al igual que Miguel Vaella, los días se le han hecho muy complejos, porque afirma que vive del “día a día”. Ya lleva casi un mes sin presentaciones y está a contrarreloj para el pago del alquiler de su cuarto.
Su pareja también vive del día a día, y por ahora solo ven cómo es que sus ahorros decrecen con el pasar de los días. Él cuenta que sus ingresos son mediante pagos ‘mano a mano’, es decir, evento realizado, evento pagado.
Al igual que muchos peruanos, Jenrry está preocupado de contraer el nuevo coronavirus, pues no tiene un seguro de salud.
“Solicitamos al gobierno que nos incluya en el bono, porque nosotros pagamos un cuarto. Soy un joven de provincia y he venido a la capital”, pide a las autoridades.
Tiempos de estancamiento profesional
La cuarentena ha originado que todos los procesos de selección de personal y contrataciones se detengan. Evelyn Reyes trabaja en el área de repostería en una cadena de hoteles. En marzo terminó su contrato en un hotel de esta cadena internacional e iba a postular a otro de la misma empresa.
“Estoy en ese tiempo de espera de traspaso a otro lugar”, cuenta. “Tenía planeado postular a otro lugar y ver otras propuestas, pero ya no puedo”.
Ella no está en un ingreso a planilla, por lo que su pago es por trabajo realizado, según sus contratos. Evidentemente, ella no obtuvo el bono de S/ 380 y es probable que no reciba el bono para trabajadores independientes.
“Por el momento, estoy dependiendo de mis ahorros. Quisiera poder ser incluida en el bono de independientes”, dice a RPP Noticias.
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