En los bosques secos de la región la producción de pastos es temporal, porque está basada en el crecimiento estacional.
Javier Chira, de la Gerencia de Desarrollo Agrícola del Proyecto Especial de Irrigación e Hidroenergético del Alto Piura (Peihap), manifestó que “la disponibilidad de pastos en la región es muy escasa y no existe una cultura de producción, es decir, la ganadería se practica y desarrolla en función de pasturas naturales, residuos de cosechas o vegetación marginal”.
Explicó que en los bosques secos de la región Piura, la producción de pasto es temporal, porque está basada en el crecimiento estacional.
“Existe una etapa de disponibilidad entre enero y julio, y luego un período crítico de escasez de agosto a diciembre, lo cual limita la productividad y rentabilidad de la ganadería, especialmente de caprinos, principal ganado de crianza en la región”, expresó Chira.
Además, señaló que los suelos pobres producen pastizales de baja calidad y muchas especies tienen problemas para su crecimiento. A esto se suma que no hay criterios para seleccionar una buena forrajera, en función a la especie de ganado y el propósito de la crianza.
Por tal motivo, la alimentación de los animales es deficiente y no llega a cubrir los requerimientos nutricionales mínimos para su crecimiento, mantenimiento y producción.
“Ante esta situación se requiere de nuevas alternativas forrajeras, de alto contenido de nutrientes, y se deben optimizar los procesos el incrementar la productividad de cada hectárea de pastura, para así estar a la par de la demanda nacional de carne y leche, y además ser competitivos con las regiones vecinas”, sostuvo el funcionario.
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