En esta provincia se practican 36 danzas, siendo las más importantes la danza huanca, el anty y el huari danza.
Nuestro país es rico no solo por sus atractivos turísticos y una envidiable gastronomía, sino también en expresiones artísticas. Una de ellas es la danza folclórica, la cual representa la manifestación cultural de un pueblo.
Solo en la provincia ancashina de Pomabamba se cultivan 36 danzas folclóricas, hecho que le ha valido el título honorífico de Capital Folclórica de la región Áncash, mediante la Resolución Regional N°07 que se emitió en el año 2009.
Pomabamba es un pueblo folclorista desde sus inicios. El 20 de junio de 1573 fue fundado como pueblo San Juan Bautista de Pomabamba por los españoles, quienes dieron cumplimiento a la orden del virrey Francisco Toledo, refiere el profesor Ciro Caldas López.
“Desde entonces los pomabambinos cultivamos el folclor y poseemos el mayor número de danzas en toda la región”, agrega.
Precisamente el día de su aniversario, la población pomabambina se llenó de júbilo al presenciar el despliegue de los danzarines que, como todos los años, luego de realizar un vistoso pasacalle, se congregaron en El Toril (plaza de toros) para poner en escena todas sus habilidades artísticas.
Las 36 agrupaciones compitieron para obtener el premio que otorga la municipalidad provincial. En esa ocasión la ganadora fue la danza "pumahuanca".
Danza huanca, anty y huari danza
Entre los bailes que más destacan figura la "danza huanca" o "danza de caballeros". En ella, siete danzarines bailan al son de las notas musicales del chimaychi, blandiendo una espada de guerra, dirigidos por el caporal.
En esta hermosa danza de sala, los bailarines visten pantalón color rojo de pana, chaqueta azul, plumas de colores, rosarios de bronce, guantes blancos, una espada en la mano derecha y un broquel de metal en la mano izquierda. La danza se realiza en honor a San Francisco de Asís.
El "anty" es una danza de mujeres que representa a las musas del imperio de los incas. Ellas visten falda y blusa de seda color celeste, rosado, lila y granate. Usan monterilla en la cabeza con adornos de plumas de pavo real.
Llevan pechera en forma de paloma o de corazón, decorada con alhajas de fantasía fina. El rostro de cada una de ellas es cubierto con una túnica transparente. Llevan en la mano una tinya o varilla que sujeta un muñeco pequeño y cascabel en la punta.
Las bailarinas se desplazan al ritmo de arpas, violín y quena, y son guiadas por un varón llamado chuncho, quien lleva la vestimenta de los huancas.
A estas danzas se suman el huari danza, la auquindanza, el sarao, la tinyapalla, el campeador, el sargento, el shashu, la anaca, las pallas, los negritos, los turcos, los pastorcitos de Belén, Los pastorcitos del Niño Ayacuchano, el cataimi, entre otras.
Por: Yanet Reyes
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