Tras los actos de violencia ocurridos en esta provincia, efectivos policiales salieron raudamente hacia la carretera no asfaltada del distrito de Arapa a Juliaca.
A raíz de los actos violentos ocurridos en la provincia de Azángaro en Puno, los policías abandonaron la comisaría de esta ciudad, a bordo de siete camionetas y resguardados por un helicóptero que sobrevoló la zona.
Los efectivos del orden, quienes salieron rápidamente del lugar, fuertemente armados y llevando sus pertenencias, tomaron la ruta de la carretera no asaltada de distrito de Arapa a la ciudad de Juliaca.
La comisaría se encuentra actualmente con las lunas y puertas destrozadas, y la fachada de color negra, tras la quema de llantas y puertas en dicho lugar.
En el noveno día de huelga indefinida, los pobladores de Azángaro siguen firmes en su pedido de cese de las concesiones mineras y la descontaminación del río Ramis, fuente principal para todos los habitantes del sector, pues no hay peces ni vegetales debido a la contaminación.
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