Una adolescente puede acudir a la comisaría más cercana a denunciar si es víctima, así como cualquier persona que conozca un hecho que afecte a un menor de edad.
La violencia sexual cuyas víctimas son niños y adolescentes es un problema latente en nuestro país. Esta semana se dio a conocer el caso de una adolescente que falleció luego de ser ultrajada por seis hombres en Ayacucho. ¿Cómo podemos actuar ante este tipo de situaciones? ¿Con qué servicios públicos cuenta un menor de edad si es víctima?
Denunciar es el primer paso. Es importante ya que reportar un caso lo más pronto posible ayuda a las autoridades a recoger mayor información durante la investigación como identificar y ubicar al agresor.
De acuerdo a Mayra Ramos, adjunta para la Niñez y Adolescencia de la Defensoría del Pueblo, un niño y adolescente deberían contar con una persona de confianza, como un familiar o un profesor, para reportar el momento traumático que ha pasado, principalmente si son niños pequeños.
Pero también una víctima, por ejemplo un adolescente, puede acercarse a la comisaría y presentar su caso. “Es importante que sepan que aún solos pueden acudir y que las autoridades están en la obligación de registrar esos casos”, sostiene Ramos.
No existen requisitos. La Defensoría del Pueblo también recalca que el proceso para denunciar un caso de violencia sexual es gratuito y no exige la presentación de algún documento.
Además de las comisarías, los menores de edad y sus familiares pueden informar sobre un caso a otras instancias como la Defensoría Municipal del Niño, Niña y Adolescente (DEMUNA), el Centro de Emergencia Mujer (CEM), cualquier centro de salud y las instituciones educativas.
Atención en salud mental. En los centros de salud, es muy probable que el personal pueda observar e identificar posibles casos de violencia sexual.
“Los niños y adolescentes no hablan directamente del abuso sino que lo manifiestas en molestias físicas, malestar emocional y cambios de conducta”, explica Isabel Vásquez, siquiatra del Hospital Nacional Arzobispo Loayza.
Vásquez indica que una vez que se detecta un caso de violencia sexual, el médico debe realizar una evaluación del estado mental del menor de edad. Además, debe recibir información sobre los riesgos de infecciones de transmisión sexual, VIH y embarazo adolescente.
Apoyo y confianza. “Una violación nunca es algo deseado”, enfatiza la especialista Ramos y agrega que no se debe responsabilizar a la víctima por lo sucedido.
Cuando un menor cuenta su caso, es importante el apoyo de la familia, tutor o la persona de confianza y que le brinde todas las alternativas para denunciar y atender el caso.
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