La nutricionista Sara Abu Sabbah brinda pautas para una alimentación adecuada en personas con autismo.
En el marco del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, la nutricionista Sara Abu Sabbah destaca la importancia de una alimentación cuidadosa y adaptada para las personas que viven con este trastorno del desarrollo.
"Una de las características en estas personas es que al menos el 69% no está dispuesto a probar alimentos nuevos. […] lo que representa un desafío significativo para los padres que buscan proporcionarles una dieta nutritiva y equilibrada", afirma Abu Sabbah.
El aspecto sensorial juega un papel crucial en las dificultades alimentarias experimentadas por las personas con autismo. "Las texturas, olores y sabores de los alimentos puede ser motivo suficiente para que este niño no quiera comer. […] Ahí se desprende una serie de problemas de alimentación", explica la nutricionista. Por ello, recomienda opciones que ofrezcan una alta concentración de fibra, como las compotas de frutas, que pueden resultar más tolerables para su paladar.
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El 69% rechaza probar nuevos alimentos, una prueba de la dificultad para brindar una alimentación óptima
La selectividad alimentaria puede llevar a deficiencias nutricionales y pérdida de peso en los niños con autismo. Por tanto, es fundamental realizar controles pediátricos regulares para monitorear su estado de salud y considerar la posibilidad de suplementación si es necesario.
Además, la falta de una dieta variada y balanceada puede afectar el equilibrio de la microbiota intestinal, lo que contribuye a los problemas gastrointestinales que afectan a cerca del 40% de los niños con autismo.
Abu Sabbah señala que ciertos alimentos, como el gluten, los lácteos y los azúcares refinados, pueden influir en la neuroconducta de las personas con esta condición. Frente a esto, recomienda una evaluación cuidadosa y, en algunos casos, la eliminación drástica de estos alimentos durante un período de tiempo para observar posibles mejoras en el comportamiento.
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Los efectos del gluten, lácteos y azúcares refinados en la neuroconducta
El consumo de alimentos fritos también debe abordarse con paciencia y apoyo adecuado, ya que los cambios sensoriales pueden dificultar la tolerancia a nuevas texturas u olores. "Es fundamental ampliar la variedad de alimentos de forma gradual y con comprensión", destaca la nutricionista.
Además, Abu Sabbah enfatiza la importancia de abordar las rutinas y rituales alimentarios, que afectan al 46% de las personas con autismo, a través de terapias conductuales. "Es fundamental el apoyo del estado para poder abrir oportunidades para que estos niños tengan espacios y puedan mejorar", concluye la experta.
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Fomentando hábitos saludables: Estrategias para abordar las preferencias sensoriales
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