Lluvias, plaga de grillos, personajes o el primer auto son narradas y plasmadas por trujillanos de antaño.
Fue un 7 de marzo de 1925 cuando una intensa lluvia nunca antes registrada en Trujillo convirtió las calles en ríos, interrumpió el servicio ferroviario, afectó las viviendas y hasta generó la aparición de grillos a diestra y siniestra.
Los insoportables y chillones insectos se encargaron de torturar a los trujillanos, obligando a la publicación de anuncios con los que se incentivaba a la gente a practicar la inédita y nunca bien ponderada actividad de matar grillos a cambio de dinero.
Al final, se tuvo que recurrir a la incineración de los insectos con sopletes, no sin producir antes algunos incendios, pues los grillos en un arranque de terquedad se adherían a la ropa con una fiereza tan inusitada como insufrible.
La anécdota sobre una plaga de grillos en Trujillo es rememorada en el libro del reconocido periodista Santiago Vallejo, titulado “Trujillo estampas y anécdotas”, y es sólo una de las muchas historias que permanecen casi escondidas a través del tiempo pero que formaron parte de la realidad, y como no del fructuoso imaginario norteño.
En ese mismo texto, se narra otra historia muy curiosa. Está referida al nacimiento de pueblos con evocaciones europeas como el de Roma, ubicado actualmente en la provincia de Ascope y surgido a raíz de la visión progresista de los hermanos italianos Andrés Rafael Larco, quienes se vieron inmersos en el cultivo de caña de azúcar en haciendas el valle Chicama.
Ojear algunos textos tal vez añejos, pero no por ello carentes de interés, permite conocer anécdotas y relatos poco difundidos pero que han hecho de Trujillo lo que es actualmente, una ciudad histórica pero también en plena efervescencia y desarrollo económico.
Pocos saben por ejemplo que para recibir el primer auto que llegó a Trujillo casi a inicios del siglo XX, un valiente caballero de antaño cuyo nombre fue Carlos Felipe Pinillos, decidió ir en el lomo de un brioso caballo de paso, quizá porque presentía que una nueva era se iniciaba en ese momento y los equinos debían darle paso a la modernidad.
En tiempos actuales de Internet y redes sociales de inmediatez, resultará para algunos casi ocioso indagar en hechos prácticamente ignorados aún cuando sean históricos.
Sin embargo, la realidad enseña que siempre será importante conocer nuestro pasado, y Trujillo ostenta un legado de tradiciones, anécdotas, folclore y proyección al futuro más allá de sus autoridades de turno.
Por: Davinton Castillo
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