Según se informa el 12.5% de las adolescentes ya son madres o han estado embarazadas al menos una vez.
El embarazo adolescente es un problema que requiere del impulso de políticas públicas con enfoque integral porque su prevalencia origina la desmejora de la calidad de vida de las madres y padres adolescentes, y afecta de manera directa a sus hijos llevándolos a no salir del círculo de la pobreza.
Así coincidieron en asegurar representantes del Estado y la sociedad civil que trabajan con el objetivo de solucionar este problema desde una mirada integral de protección de los derechos de las adolescentes.
La cita “Diálogo por la Concertación: Prevención del embarazo Adolescente, una solución articulada para superar las barreras pobreza y exclusión”, fue organizada por la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza (MCLCP) y el Instituto Peruano de Paternidad Responsable (INPPARES).
La reunión sirvió para presentar la ”Alerta para la prevención del embarazo adolescente” preparada por el Grupo de trabajo de seguimiento a las políticas públicas y que integran representantes del Estado, la sociedad civil y la cooperación internacional. En el informe se reconocen avances y dificultades.
Por ejemplo, se reconoce que el Ministerio de Salud acondicionó 2 mil servicios diferenciados para gestantes menores de 19 años en los que además de atención medica tienen acceso a recibir información sobre salud sexual y reproductiva.
El documento precisa que pese a los avances existen barreras legales que no permiten que las menores accedan a los servicios de salud por temor a que sus parejas sean enviadas a prisión ya que la legislación vigente penaliza las relaciones sexuales consentidas con y entre adolescentes.
Esta situación origina que estas madres no recurran a los establecimientos de salud para su control prenatal exponiendo su vida y la de sus hijos. Es alarmante la prevalencia del suicido con 39% de causa indirecta de muerte materna en adolescentes, a causa del maltrato, violencia y exclusión.
Otra estadística que marca las brechas y desigualdades es la diferencia que se da entre el promedio nacional de 12,5% de madres adolescentes con el 19.7% en la zona rural, mientras que en la Selva llega al 25.3 %, más del doble que el promedio.
Entre las recomendaciones están el buscar consensos para eliminar las barreras legales para la atención sanitaria de las adolescentes, desarrollar una efectiva educación sexual integral y la aprobación y promulgación de un Plan Multisectorial Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente.
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