El presidente de la región Ica, Alonso Navarro, lamentó que a pesar del tiempo transcurrido no se haya podido reconstruir las viviendas de los damnificados.
El presidente del Gobierno Regional de Ica, Alonso Navarro Cabanillas, dijo que el terremoto del 15 de agosto del 2007 dejó una marca muy profunda hasta el día de hoy en el aspecto emocional, material y sobre todo familiar, pues no se han podido reconstruir las viviendas de cientos damnificados.
“Es una fecha de memoria, de recuerdo, de reflexión que se puede y se tiene que atender a aquellos que no tienen posibilidades; no podemos decir amo a Dios si vemos a nuestro alrededor tanta necesidad y no hacemos nada por ellos. Por eso estamos trabajando con una nueva actitud, organización, logística y con planes de vivienda para los que menos tienen”, comentó Navarro, al término de la celebración de la misa en la capilla provisional de Luren por el eterno descanso de los fallecidos en el movimiento telúrico.
En otro momento, señaló que se está trabajando en el sinceramiento de cifras con todos los alcaldes distritales, cada uno en su jurisdicción, para uniformizar y tener cifras exactas y actuales.
En ese sentido, Navarro refirió que se está planteando metas de corto, mediano y largo plazo en las necesidades más urgentes como saneamiento, vivienda, salud y educación.
Por su parte, el padre Adalberto Dávila Panta indicó durante su homilía que este día nos debe de llamar a la reflexión y reconciliación de una desgracia que se vivió y trajo muchas diferencias que nos deben llevar a la unidad con los más necesitados.
Agregó que la fe no se ha perdido a pesar de la desgracia. “Aquí en nuestra parroquia asisten los fieles para reunirse con Dios, para llorarle, pedirle, contemplarle y darle gracias por la pronta reconstrucción de nuestra querida región”, finalizó.
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