Autoridades policiales confirmaron que no hubo actividad comercial. El turismo se vio afectado, ya que el servicio de trenes hacia la ciudadela de Machu Picchu continuó cerrado.
La región de Cuzco vivió hoy una segunda jornada de paralizaciones en rechazo a la exportación de gas del yacimiento de Camisea, con enfrentamientos y bloqueo de carreteras, mientras que la normalidad volvió a las demás localidades del sur peruano.
Mientras la mayoría de regiones sureñas cumplieron ayer con un paro de 24 horas, los pobladores y autoridades del Cuzco tenían previsto desde un inicio secundar la paralización por 48 horas, lo que hoy repercutió nuevamente en la actividad comercial y turística de esa región.
Fuentes policiales confirmaron a Efe que las actividades tanto en la capital como en el resto de la región fueron prácticamente nulas, aunque se esperaba para las últimas horas del día la reapertura de los comercios y la reanudación del servicio de transporte público.
Grupos de manifestantes desfilaron por diversos puntos de la ciudad del Cuzco, provocando pequeños enfrentamientos con la policía que no dejaron heridos ni detenidos, según las fuentes oficiales.
Durante la mañana varios cientos de huelguistas provenientes de la provincia de La Convención trataron de ingresar a la Plaza de Armas del Cuzco, donde se desarrollaba un presentación de danzas folclóricas en la que participaban instituciones educativas locales.
La policía intervino y dispersó a los manifestantes, que posteriormente se dirigieron a la sede del Gobierno regional.
La actividad turística también se vio afectada, ya que el servicio de trenes hacia la ciudadela inca de Machu Picchu continuó cerrado por segundo día consecutivo y vehículos de la policía tuvieron que escoltar a los turistas desde el aeropuerto hasta sus hoteles, para evitar cualquier altercado con los huelguistas.
Los manifestantes se oponen a la exportación del gas del rico yacimiento de Camisea, en la selva del Cuzco, y a la construcción de un ducto hacia la costa que pueda permitir dicho envío.
Los pobladores exigen al Gobierno que se construya el llamado gasoducto del sur, para asegurar el abastecimiento de gas a su región, un proyecto que el presidente Alan García asegura que dejará encaminado para que lo termine el próximo Gobierno, que asumirá sus funciones en julio del 2011.
EFE
Mientras la mayoría de regiones sureñas cumplieron ayer con un paro de 24 horas, los pobladores y autoridades del Cuzco tenían previsto desde un inicio secundar la paralización por 48 horas, lo que hoy repercutió nuevamente en la actividad comercial y turística de esa región.
Fuentes policiales confirmaron a Efe que las actividades tanto en la capital como en el resto de la región fueron prácticamente nulas, aunque se esperaba para las últimas horas del día la reapertura de los comercios y la reanudación del servicio de transporte público.
Grupos de manifestantes desfilaron por diversos puntos de la ciudad del Cuzco, provocando pequeños enfrentamientos con la policía que no dejaron heridos ni detenidos, según las fuentes oficiales.
Durante la mañana varios cientos de huelguistas provenientes de la provincia de La Convención trataron de ingresar a la Plaza de Armas del Cuzco, donde se desarrollaba un presentación de danzas folclóricas en la que participaban instituciones educativas locales.
La policía intervino y dispersó a los manifestantes, que posteriormente se dirigieron a la sede del Gobierno regional.
La actividad turística también se vio afectada, ya que el servicio de trenes hacia la ciudadela inca de Machu Picchu continuó cerrado por segundo día consecutivo y vehículos de la policía tuvieron que escoltar a los turistas desde el aeropuerto hasta sus hoteles, para evitar cualquier altercado con los huelguistas.
Los manifestantes se oponen a la exportación del gas del rico yacimiento de Camisea, en la selva del Cuzco, y a la construcción de un ducto hacia la costa que pueda permitir dicho envío.
Los pobladores exigen al Gobierno que se construya el llamado gasoducto del sur, para asegurar el abastecimiento de gas a su región, un proyecto que el presidente Alan García asegura que dejará encaminado para que lo termine el próximo Gobierno, que asumirá sus funciones en julio del 2011.
EFE
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