Jefe del área de Prevención de Suicidios del hospital Noguchi explicó que ocho de esos casos corresponden a progenitores que dieron muerte a sus hijos y se autoeliminaron.
Unos 34 casos de padres que asesinaron a sus hijos se registraron en lo que va del año, y los filicidas luego se suicidaron o intentaron hacerlo, revelaron hoy especialistas en salud mental tras advertir que falta mucha madurez para asumir el rol de padre y madre.
El jefe del área de Prevención de Suicidios del Hospital Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, Freddy Vásquez, explicó que ocho de esos casos corresponden a progenitores que dieron muerte a sus hijos y se autoeliminaron, mientras que los 26 restantes padres no llegaron a concretar el suicidio.
“Las cifras de suicidio-filicidio, como se conoce a este tipo de crímenes, serán mayores este año en todo el Perú, ya que en el 2010 (de enero a diciembre) hubo 28 casos en total y este año todavía no concluye”, alertó Vásquez en diálogo con la agencia de noticias Andina.
El psiquiatra dijo que las cifras no concluyen allí, pues se calcula que otros 100 padres de familia del país han intentado asesinar sin éxito a sus hijos este año, y “muchos de estos casos no trascienden a la prensa, son desconocidos”.
Vásquez refirió que aunque en el año 2009 hubo varios casos de papás involucrados en suicidios-filicidios, son madres abandonadas por sus parejas quienes están en su mayoría detrás de estos crímenes.
“En estos casos hay una profunda depresión de la madre porque la pareja la abandonó y además tienen grandes carencias económicas y emocionales. Ellas piensan que (eliminándolos) le van a aliviar el problema a sus hijos y ellas se van a aliviar el problema a ellas mismas”, apuntó.
Comentó por ello que es importante que los padres enseñen a sus hijos o hijas, desde pequeños, a enfrentar las dificultades por sí mismos, dentro de sus posibilidades, enseñanza que les servirá para el resto de su vida.
“En nuestro país hay una cultura de que a la madre o a la mujer alguien la tiene que mantener económicamente y por eso, en algunos casos, cuando la pareja se va, la madre entra en desesperación y depresión. Además, hay que enseñar a nuestros hijos a enfrentar las dificultades”, señaló.
Madre que mató a golpes a su hija tendría personalidad psicopática
El especialista se refirió además al caso de Isabel Mirella Tello Chanduví, la mujer de 31 años acusada de asesinar en el distrito de San Miguel a su hija de 9 años, quien además fue violada y sometida a diferentes torturas cuando estaba con vida.
“Este es un caso atípico donde hubo maltrato repetido, crueldad e insanía, porque a la niña le introdujeron objetos en sus partes íntimas, le raparon el cabello y le cosieron los labios, y finalmente la asesinaron. Es muy probable que quien hizo todo eso tenga una personalidad psicopática”, subrayó.
Vásquez recordó que el padre biológico estuvo solicitando la patria potestad de la menor y dijo que si eso se concretaba, se habría evitado la muerte de la niña. “El padre biológico sabía que la madre era intolerante y prepotente, pero además hay que preguntarse si algo tuvo que ver el actual conviviente de la madre”.
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Señaló que en muchos de estos casos, los padres argumentan que maltrataron a sus hijos por mala conducta, pero, aclaró, ninguna situación de desobediencia justifica el maltrato físico o sicológico a los menores y menos asesinato.
Añadió que la personalidad psicopática no solo puede estar en el caso Tello Chanduví, sino en los otros casos de suicidio-filicidio, y por ello, enfatizó, todos los casos deben recibir ayuda profesional previa, a fin de evitar tragedias.
“Muchas veces nosotros vemos que los vecinos, amigos o familiares están involucrados en situaciones de violencia familiar. Si nosotros nos callamos, somos cómplices de la violencia y por eso debemos alentar a estas personas a que reciban ayuda profesional”, insistió.
Comentó que una primera lección de todos estos hechos es que se requiere mucha madurez y salud mental para tener hijos y además mantener la sana unidad familiar, pese a los problemas que se presentan a lo largo de la vida.
“Y en caso se rompa la unidad familiar por incompatibilidad de los padres, los hijos deben estar ajenos a las discusiones”, finalizó.
Andina
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