Según los dos miembros del grupo terrorista, los grupos armados del VRAE cuentan con lanzagranadas, fusiles HK, AKM, Gallil y FAL, algunos robados a la Policía.
Dos terroristas peruanos, en prisión desde que fueron detenidos en 1998, aseguraron que el narcotráfico financia al grupo Sendero Luminoso, lo que le permite comprar armas y equipamiento, publicó el diario La República.
Abilio Mendoza, alias 'Moisés', y Pedro Morales, alias 'Jacinto', cumplen una sentencia de 18 años en la cárcel de Yanamilla, en la ciudad andina de Huamanga, desde el que describieron al medio local la relación entre los carteles de la droga y Sendero en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE).
Según los dos miembros del grupo terrorista, los grupos armados de esa zona cuentan con fusiles HK, AKM, Gallil y FAL, algunos de estos robados a la Policía, así como lanzagranadas.
El dinero proveniente del negocio de la droga también permite a los subversivos obtener equipos de radio, con los que, según refirieron los reos, interceptan comunicaciones de los militares y policías destinados en la zona, lo que les permite saber hasta las horas de llegada de los helicópteros policiales.
'Moisés' y 'Jacinto' también hablaron sobre la denuncia realizada desde las filas del partido oficialista Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) sobre el uso de niños por parte de Sendero en sus operaciones.
'En el tiempo en que llegué había 150 niños a los que reclutaban matando a sus padres o simplemente se los llevaban por la fuerza', relató Morales, quien fue reclutado a los 16 años luego de que su tía fuera asesinada.
Mendoza también fue reclutado cuando era menor de edad, tras lo que fue adoctrinado y entrenado por Sendero Luminoso.
Los dos senderistas encarcelados señalaron que el grupo armado del VRAE tiene la facilidad de contar con personas que conocen la zona, mientras que policías y soldados, en su mayoría, afrontan con desconocimiento las condiciones del valle de los ríos Apurímac y Ene.
Sendero Luminoso es señalado como el causante de la mitad de los casi 70 mil muertos que dejó la guerra interna entre grupos subversivos y el Estado que se desarrolló en Perú entre 1980 y 2000.
En la actualidad, el accionar de este grupo se restringe a zonas cocaleras de la selva peruana donde se la relaciona con grupos de narcotraficantes.
Perú es, tras Colombia, el segundo mayor productor mundial de cocaína.
-EFE
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